Un joven de 19 años que había desaparecido fue encontrado muerto con un balazo en la cabeza en la localidad misionera de Bernardo de Irigoyen y se sospecha que su primo estaría involucrado en el crimen.
Los investigadores sospechan que el asesinato sería un ajuste de cuentas vinculado con el tráfico ilegal de mercaderías entre Argentina y Brasil.
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Ariel Camargo de Lara había salido de su casa tras atender un llamado telefónico y no se supo más de él desde el jueves de la semana pasada. Finalmente, este miércoles encontraron su cadáver al costado de un camino rural.
La principal hipótesis del caso es que habría sido ejecutado por Nicolás Eduardo de Lara, un primo lejano que ya está detenido.
Los investigadores creen que el día de su desaparición alguien lo pasó a buscar con la excusa de realizar algún cruce de mercaderías hacia Brasil o viceversa.
Este martes, dos hermanas de 16 y 26 años se presentaron en una comisaría y contaron algo que implicó un giro en la investigación sobre la desaparición de Camargo de Lara. Las mujeres dijeron que un joven les había relatado que Camargo había sido asesinado y enterrado en una zona rural conocida como “Cuatro Bocas”, no muy lejos de la zona urbana de Bernardo de Irigoyen.
Ellas identificaron al supuesto homicida como Nicolás Eduardo de Lara. Según relataron, este hombre les contó que habían recogido a la víctima y lo llevaron en un auto hasta una zona de difícil acceso, donde detuvieron la marcha.
Una vez allí, el conductor le pidió al joven que verificara si no había pinchado una goma. Cuando Camargo de Lara se agachó para mirar el neumático, su primo le habría disparado a quemarropa. El proyectil ingresó por la parte posterior de la cabeza y le destrozó la mandíbula.
Luego de matarlo, el homicida y su cómplice, al cual habrían identificado y está siendo buscado en Brasil, realizaron un pozo al costado del camino rural, enterraron el cuerpo y cubrieron el lugar con ramas para dificultar el hallazgo.
Tras obtener el testimonio de las hermanas, la Policía inició un rastrillaje el martes al atardecer y el miércoles encontraron el cuerpo. Voceros de la fuerza dijeron que estaba en avanzado estado de descomposición y enterrado a pocos centímetros de la superficie.
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que ante los policías, Nicolás admitió haber participado del hecho, pero responsabilizó del disparo al joven que todavía está prófugo.
