La rescatista de animales tucumana, Karina Garbero, denunció a Patricio Eduardo Giménez Teruel, de 22 años, por abuso y maltrato de su perra “Mara”. El caso de zoofilia se judicializó y recibió un fallo histórico en la provincia de Tucumán, pero la historia no tuvo su punto final. Desde entonces Garbero es víctima de reiteradas amenazas de muerte de parte del denunciado, y aunque las mismas ya fueron llevadas a la Justicia no recibe las respuestas que busca.
“El denunciado graba videos con amenazas encubiertas”, dijo la proteccionista, que además subrayó que los mismos no son contemplados por fiscalía, ya que “no lo ven como alguien peligroso”.
Actualmente Giménez Teruel está libre con libertad condicional por un año y dos meses. Además, tiene que cumplir por dos años las medidas impuestas por el juez, como la imposición de la restricción perimetral contra ella. Sin embargo, la pena será apelada por Garbero, debido a que el denunciado es “una persona que reincide todo el tiempo”.
“No nos parece justo, la condena que tiene. Se burla de la Justicia, se burla de nosotros. Hay videos en los que amenaza a mis abogados”, remarcó Garbero.
Según contó Karina en una entrevista con el periodista José Inesta, los videos dirigidos a ella “tienen doble sentido”. En dichos registros fílmicos el denunciado dice “Karina sos mi jefa”, o se ríe a carcajadas. En el último muestra la pulsera digital que lleva. “Amenaza de muerte, dice que está esperando salir de su arresto domiciliario para tomar cartas en el asunto”, relató Karina.
En ese sentido, la mujer comparó la falta de respuestas que recibe de parte del Poder judicial, con el femicidio de Paola Tacacho, la docente asesinada el año pasado en Tucumán por un exalumno que la acosaba desde 2015, a quien ella había denunciado innumerables veces. “Las causas las archivaron y eso es lo que no quiero que pase acá, porque las amenazas de muerte están y eso no lo contempla la Justicia”, enfatizó.
Además, Garbero remarcó que aunque Giménez Teruel no tiene antecedentes, presenta otras denuncias hechas en su contra. “Tiene causas con personas con las que ha sido violento, pero quedan archivadas y no las siguen”, dijo.
“Él ha demostrado tener todos los indicios de que es una persona que puede hacer más de todo lo que ya hizo. La Justicia no contempla que él es una persona peligrosa”, concluyó.
Cómo salió a la luz el caso de zoofilia
A principio de año, Karina Garbero, recibió un video en el que se veía a un joven abusar de una perra y presentó en ese momento una denuncia por “zoofilia” en la comisaría de Pocitos. El caso se judicializó.
Según contó Garbero, en la causa “los videos eran las pruebas contundentes”. El caso logró un fallo sin precedentes en la historia de esa provincia porque el animal fue considerado un “sujeto de derecho”, según sostiene la resolución. Partiendo de esa base la jueza de Tucumán Carolina Ballesteros le impuso una restricción perimetral de 300 metros a Giménez Teruel mediante la que no puede acercarse a “Mara”.
Sin embargo, desde entonces el denunciado no fue detenido e “incumplió todas las medidas que en todas las audiencias la jueza le había impuesto”, ya que reincidió con “Negrito”, un perro comunitario de 17 años” al que le hizo sexo oral en sus partes íntimas”, contó Garbero. En esa línea, remarcó que gracias a esa evidencia, logró que sea detenido. De tal manera, Giménez Teruel tampoco puede acercarse a la casa de su mamá debido a que en el barrio vive el perro.
La medida se tomó por el maltrato contra la perra en cuestión, también incluyó a los otros dos animales de Giménez, Boycka y Dracko, que ya fueron dados en adopción. “Ninguna sociedad puede considerarse civilizada si legitima el trato cruel y denigrante hacia los animales”, sostiene en su texto la magistrada Ballesteros.
Con la colaboración de José Inesta.
