La agonía que soportó Hugo Miguel Wasyluk durante un día y medio en una comisaría de Oberá fue tan espantosa que es prácticamente inenarrable. Lo esposaron y lo golpearon tanto que destruyeron sus órganos internos y terminó muriendo sobre el inodoro del sector de celdas de la seccional. Deliraba, pedía por su mamá y también una frazada, pero en ningún momento recibió asistencia médica. Después de 10 años de impunidad, sus asesinos empezarán a ser juzgados esta semana.
Una denuncia por amenazas presentada por su hermana derivó en la detención de Wasyluk el 25 de abril de 2011. Ella no podía siquiera imaginar en ese momento que acaba de firmar su sentencia de muerte.
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Tras más de 10 años de idas y vueltas judiciales, los 13 policías involucrados en el hecho llegarán en libertad al juicio oral y público por el crimen de Wasyluk. Todos están imputados por los delitos de “tortura seguida de muerte, omisión de denuncia e incumplimiento de los deberes de funcionario público” y la próxima semana podría conocerse la sentencia.
Tortura seguida de muerte
Según reflejó el portal local Misiones Online, después de ser detenido a golpes y esposado Wasyluk fue trasladado primero a la comisaría de Villa Bonita y más tarde a Oberá. En la Seccional Primera se negaron a ingresarlo debido a las marcas evidentes que presentaba en el cuerpo de la violencia institucional. Entonces, los policías lo llevaron a la Seccional Segunda, donde una revisación menos exhaustiva les permitió alojarlo.
El médico policial que tuvo contacto con la víctima le puso su firma a un informe que solo hablaba de lesiones leves. Sin embargo, ya en ese momento Wasyluk tenía una hemorragia interna que avanzó implacable quitándole la vida en poco más de una hora.
A sus 38 años, Wasyluk aspiró su propia materia fecal y murió sobre el inodoro de la celda. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue un shock hipovolémico y que el cuerpo presentaba “múltiples lesiones traumáticas a nivel torácico de tipo compresivas, producidas con gran peso”. Además, las marcas en las muñecas permitieron establecer que fue golpeado cuando ya estaba inmovilizado.
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Diez años esperando justicia
Solo cinco de los 13 policías imputados siguen en actividad. Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez y Ricardo Javier Rodríguez, son los más complicados ya que fueron los que estuvieron a cargo de la detención de la víctima y también serían los responsables de la brutal agresión que sufrió mientras estuvo preso. En caso de ser declarados culpables, podrían ser condenados a prisión perpetua.
El juicio ya fue postergado en varias oportunidades. La última fue a fines de octubre, cuando se sumó a la defensa de uno de los imputados la sobrina de la fiscal del Tribunal Oral de Oberá, Estela Salguero, lo cual obligó a la funcionaria a inhibirse.
Finalmente, este miércoles empezará el debate y la acusación estará a cargo de los fiscales de Instrucción Elías Bys y Myriam Silke. En una semana se conocería la sentencia.
