Este jueves, la Justicia desalojó un predio del Barrio 31, en el que buscaban establecerse unas 100 familias, empujadas por los altos alquileres en el asentamiento y por casos de violencia de género. Entre las personas que intentaban resistir a las topadoras del gobierno de la Ciudad, algunos vecinos reconocieron a Hans Huamani Zambrano, el narco que se hizo famoso en septiembre de 2018 por atemorizar a los vecinos disparando ráfagas de ametralladora desde un balcón de la manzana 11, con dirección a la Facultad de Derecho de la UBA y al Patio Bullrich.
Zambrano volvió al su casa de Retiro tras purgar la pena de tres años de prisión que acordó en un juicio abreviado, por venta de drogas y la tenencia del arma de guerra, marca “Halcón” y con numeración suprimida, que fue encontrada en su casa durante los allanamientos de una brigada antinarcóticos de la Policía porteña. La investigación estuvo a cargo de Jorge Di Lello, el fiscal federal que murió en febrero de 2021, tras un accidente isquémico transitorio.
Di Lello y su equipo habían determinado, en esa oportunidad, que el narco era miembro de un clan que respondía a Alionzo Rutillo Ramos Mariños, alias “Ruti”, el histórico capo peruano que había desembarcado en el barrio de Retiro, tras perder la guerra contra Marco Estrada González en la 1-11-14 del Bajo Flores. El primero parece haber pedido todo el control sobre el territorio, el segundo, en cambio, continúa al frente de la organización desde la cárcel en la que está alojado.
A la familia Zambrano se le atribuyen homicidios, amenazas y mutilaciones. Estiman que hace más de una década sostienen el control del sector conocido como “La Containera”, comprendida por las manzanas 11, 12, 13, 14 y 104, y que debe su nombre a las cajas de metal que una empresa de contenedores guarda en la zona.
El extitular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1 había considerado, al elevar la causa a juicio, que Hans, junto a su hermano José Antonio Huamani Zambrano, lideraban la banda y se encargaban de “asegurar y consolidar a la fuerza su dominio en la zona”. El padre de ambos, Víctor Raúl Huamani Puquio, también fue detenido en el procedimiento en el que cayeron sus hijos.
Sin embargo, en la instancia posterior, la fiscal general Fabiana León se apartó de esa calificación legal y determinó que los elementos que constaban en la causa sean suficientes para probar que los acusados integraran una estructura “dedicada al tráfico de droga de manera organizada”. En consecuencia, consideró a los miembros del clan como participes secundarios de la comercialización de estupefacientes.
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El juez de Cámara Enrique Mendez Signori coincidió con la fiscal y accedió al acuerdo, en el que se declaró al narco de la ametralladora reincidente por haber sido condenado, en agosto de 2017, a cuatro años de prisión por el mismo delito, (cometido desde al menos el 4 de agosto de 2014, hasta el 19 de agosto de 2015). En esta oportunidad, a la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización; se le sumó la tenencia ilegítima de arma de guerra.
El asentamiento que había sido bautizado “La fuerza de las mujeres” fue barrido este jueves con topadoras. La subsecretaria de Fortalecimiento Personal, Familiar y Comunitario de la ciudad de Buenos Aires Jazmín Lerner dijo a TN que en el terreno el gobierno porteño planea construir una escuela para 210 alumnos.
El predio tomado se encuentra en la esquina de La Pampa y Ciervo de Los Andes, dentro de “La Containera” y donde antiguamente funcionaba un basural.
