La noche no sabe de protocolos, barbijo ni distancia social. Por eso son cada vez más las fiestas clandestinas que se realizan en todo el país. Pero lo que pasó este fin de semana en La Matanza supera todos los límites. El sábado por la noche hubo incidentes en el Barrio Los Pinos de la localidad de Villa Luzuriaga. Fue después de que los vecinos llamaran a la policía para avisarles que había una fiesta clandestina. El organizador de la fiesta se justificó: “Vi que el otro día en Olivos el Presidente hizo una fiesta clandestina y pensé: ‘Capaz que yo puedo’”.
La celebración tuvo lugar en Ararat y Remedios de Escalada. En principio era una fiesta de cumpleaños de la que iban a participar unas pocas personas. sin embargo, a partir del anuncio por redes sociales, al lugar llegó más gente de la prevista, y por la gran afluencia, que en un momento superó las 500 personas, decidieron cortar la calle.
La gran cantidad de asistentes, los ruidos y la música alertaron a los vecinos que llamaron a las autoridades que, cuando llegaron, desarticularon el festejo con balas de goma. También hubo corridas, piedrazos y la “fiesta clandestina a cielo abierto” terminó abruptamente en la madrugada del domingo.
“Yo soy paciente de riesgo y no veo a mi familia hace más de un año y estos se juntan de a muchos y hasta cortan varias cuadras. Este país es un chiste”. “Esto solo puede pasar en La Matanza. Es insólito como tenemos que vivir o sobrevivir”, relataron indignados algunos vecinos al medio local El1Digital.
Enzo fue el chico que organizó el cumpleaños y convocó a la gente a través de las redes sociales. En diálogo con TN contó que tenía planeado el festejo para unas 30 personas en la vereda de su casa y que para eso le pidió permiso a los vecinos. “Todos vinieron, incluso la que me denunció también”, detalló.
Argumentó que creía que podía hacer la fiesta clandestina al citar el caso del presidente Alberto Fernández, por el cumpleaños en Olivos de la primera dama Fabiola Yañez en julio de 2020 durante la cuarentena dura por coronavirus: “Vi que el otro día en Olivos el Presidente hizo una fiesta clandestina y pensé: ‘Capaz que yo puedo’”.
El joven explicó que todo se salió de control porque cerca de su casa había otras fiestas clandestinas y todos se terminaron mezclando. “Tengo gente que me maneja las redes sociales, y no pensamos que iba a pasar esto. Quise celebrar mi cumple porque no pude festejar los 18 el año pasado, entonces decidí hacerlo este año”.
En su relato contó que se subió a la terraza de su casa y vio gente de esquina a esquina, y calcula que había unas 500 personas, la misma cifra que estimaron las autoridades. En su defensa dijo que no tiene acusa penal y que “sus amigos lo ayudaron a limpiar la calle”.