Un vecino de la localidad bonaerense de Glew vivió una pesadilla el viernes pasado cuando llegaba con su familia a su casa y al menos tres delincuentes armados lo emboscaron mientras abría el portón para estacionar la camioneta. Su hijo de siete años iba sentado en la parte trasera del vehículo y tuvo que rogarles que le permitieran bajarlo.
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El violento episodio ocurrió minutos antes de las 22.30 sobre la calle Bigatti del barrio Almafuerte y todo quedó registrado en las cámaras de seguridad. Las imágenes muestran el momento en el que los agresores encapuchados bajan de un Focus color beige y a punta de pistola uno de ellos empieza a revisar a la víctima mientras que otro se sube en su lugar en el asiento del conductor de la camioneta familiar.
En medio de la conmoción del momento se impuso la desesperación del padre al darse cuenta que iban a llevarse el vehículo con su hijo de siete años adentro y a los gritos les pidió a los ladrones que le permitieran bajarlo. “Fue admirable lo del gordito, cualquier otro nene se hubiera bajado llorando o gritando”, remarcó esta mañana Martín, uno de sus hermanos y miembro de la familia asaltada, en diálogo con Arriba Argentinos. Y agregó: “Podría haber pasado cualquier cosa”.
Tal vez paralizado por el miedo, lo cierto es que el video de la cámara de vigilancia muestra al chico caminar con aparente calma cerca de los delincuentes para poder al fin entrar a su casa en busca de refugio. Sin embargo, todavía no había pasado lo peor.
La camioneta no arrancó y los delincuentes enfurecidos intentaron desquitar su frustración con la víctima del robo que, en medio de un forcejeo, logró sin embargo sacárselos de encima y correr también hacia su casa, cerrando el portón detrás de él.
“Mi hermanito sigue en estado de shock”, señaló Martín, tras lo cual precisó que el nene no puede dormir a la noche y repite constantemente que los ladrones van a volver. “Está asustadísimo porque vio cómo le apuntaban a mi papá”, sostuvo.
Solo uno de los asaltantes volvió sobre sus pasos y se subió nuevamente a la camioneta para hacer un último intento por arrancarla, pero tampoco pudo y terminó huyendo solo y a pie. Sus cómplices, por lo menos dos, lo dejaron abandonado a su suerte y se escaparon en el mismo auto en el que habían llegado, un coche que también era robado.
“Estoy indignado, no es el primer hecho de inseguridad en la zona”, destacó el joven e hizo hincapié que el vehículo de los delincuentes “ya había sido reportado hace dos semanas y, pese a esto, siguen robando en el barrio”. En este sentido, confirmó que esta tarde a partir de las 19.30 habrá una marcha de los vecinos a la comisaría para pedir mayor protección.
