Los hermanos Lucio e Ignacio Cozzi, de 31 años, jugadores del Rugby Club La Plata, se entregaron este jueves acusados de golpear brutalmente a un joven estudiante de Abogacía de 21 años cuando juntaba la basura de una fiesta clandestina en el balneario bonaerense de Claromecó, en Tres Arroyos.
Los Cozzi se acercaron esta mañana minutos antes de las 9 en la Comisaría Primera acompañados por el abogado bahiense Gustavo Giorgiani un día después de que se difundiera la decisión judicial de detenerlos, a pedido de la fiscal Natalia Ramos, a cargo de la causa que investiga la brutal agresión.
“Escucharemos lo que tengan para decir si es que declararan”, precisó a TN Ramos, tras lo cual confirmó que los rugbiers acusados de golpear a Felipe Di Francesco, de 21 años, quedarán alojados después en los calabozos de la misma seccional.
Tras la golpiza, la víctima fue trasladada a un centro médico de Claromecó y después a la clínica Hispano con doble fractura de tabique, cuatro dientes rotos, un corte en la cara y un traumatismo en el ojo izquierdo. “En términos generales está bien”, indicó la fiscal, aunque también aclaró que todavía falta recibir el informe de los médicos odontólogos y oftalmólogos para conocer cuáles son las secuelas que podrían quedarle.
La investigación se abrió el domingo pasado tras la denuncia de Di Francesco. De acuerdo al relato de la víctima, los hechos ocurrieron durante la madrugada de ese día mientras juntaba la basura que había quedado en el lugar después de una fiesta clandestina cerca del Faro. Fue entonces que aparecieron los Cozzi y les pidió que ayudaran. Después se desató la locura. A los insultos de los primeros momentos le siguió un inesperado golpe por la espalda que lo tiró el piso, y aún cuando ya estaba indefenso siguieron pegándole y pateándolo entre los dos.
Un ataque “cobarde”
Guillermo Di Francesco, padre de la víctima, fue lapidario al referirse a los rugbiers involucrados y afirmó que “le pegaron dos trompadas de callados y, cuando se estaba cayendo, le pegaron otra más con la que les partieron todos los dientes. No fue una pelea, porque él (Felipe) no es de pelear, le pegaron de callado, de cobardes”. Después, sostuvo que su familia buscará que “los culpables paguen las consecuencias del brutal ataque a su hijo”.
Tras considerar que el ataque cometido contra su hijo fue “algo similar” al sufrido por Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes en la puerta de un boliche de Villa Gesell en enero pasado, Di Francesco explicó que a Felipe “le pegaron hasta dejarlo tirado en el piso inconsciente”. “Eso es de asesino, es una palabra que suena tan horrible...pero lo que hicieron con Felipe fue una barbaridad, no sé si por borrachos o por qué lo hicieron”, manifestó.
La causa que investiga la brutal agresión al joven estudiante de Abogacía fue recaratulada en las últimas horas por la fiscal Natalia Ríos como “lesiones graves agravadas por la participación de dos personas”.
