Fabián Tablado, quien en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló y recuperó la libertad a principio de año, fue trasladado en la tarde del miércoles luego de ser interrogado tras violar la perimetral que le impedía acercarse al padre de la chica asesinada.
El femicida fue interrogado por el delito de “desobediencia”. La restricción le prohibía pasar a menos de 500 metros de la oficina donde trabaja Edgardo y fue captado por una cámara de seguridad a una cuadra de allí con sus dos hijas, a quienes también tiene prohibido ver y sin la tobillera electrónica que debe llevar.
// La angustia de la mamá de Fabián Tablado tras la nueva detención: “Yo no le enseñé a matar”
“Va a quedar detenido. Provisoriamente quedará alojado en la comisaría de Pacheco”, afirmó el fiscal Diego Callegari. “Se le imputa haber desobedecido dos órdenes judiciales con un mismo hecho”, amplió.
El funcionario consideró que “no es justo que el señor Edgardo Aló, encima del calvario que sufre a partir del asesinato de su hija, tenga que estar encerrado sufriendo porque Tablado infringe las leyes y su tranquilidad”.
A su vez, Callegari señaló que Tablado dijo ignorar el domicilio laboral del señor Aló, “pero la investigación llevada adelante por el doctor (Sebastián, fiscal) Fitipaldi marca que está desvirtuado ese desconocimiento”.
En cuanto a la posible condena, el fiscal señaló que corresponderían entre 15 días y un año. “Tenemos 15 días prorrogables por otros 15 días para pedir la prisión preventiva, pero la pretensión de esta fiscalía va a ser severa”, anticipó el funcionario.
Callegari aseguró que Tablado “nunca se mostró arrepentido” y sostuvo que “el desapego a la norma es tal que con una conducta (el femicida) violó dos normas del código penal”, en relación al incumplimiento de la perimetral sobre el padre de Carolina Aló y la prohibición de ver a sus hijas.
“Solo llevó a sus hijas a tomar un helado”, dijo la mamá
María Esther Gallardo, madre de Tablado, aseguró que su hijo “no se merece lo que le está pasando” y que el papá de la joven asesinada “le tiene miedo” pero no sabe “de qué”.
“No hizo nada malo, solo llevó a sus hijas a tomar un helado”, expresó la mujer en la puerta de la Fiscalía de Violencia de Género de Tigre, donde su hijo fue indagado.
Detenido
La medida la ordenó el juez de Garantías 2 de San Isidro Orlando Díaz, por violar la perimetral que tenía sobre el padre de la víctima. El asesino había recuperado la libertad hace casi diez meses.
El juez avaló así el pedido de detención que la semana pasada había formulado el fiscal de Rincón de Milberg Sebastián Fitipaldi, en orden del delito de “desobediencia”, que tiene una pena de dos meses a un año de prisión. Fue porque el 19 de octubre pasó caminando a 150 metros del lugar de trabajo de Edgardo Aló. Los efectivos lo arrestaron en su casa de Albarellos 348, San Isidro, la misma donde hace 24 años mató a su novia.
“Yo vivo a tres cuadras del puente y el señor Aló trabaja a 150 metros de ahí. No fue una intención mala”, se excusó el exconvicto, quien explicó que ese día se reencontró con sus hijas mellizas, a quienes no veía desde que recuperó la libertad. Contó, además, que iba con ellas a tomar un helado “con la supervisión” de su exsuegra.
Qué dice la perimetral
En febrero de 2020, al salir de la cárcel, la jueza de Familia Silvia Sendra concedió una perimetral a Edgardo Aló que le impedía a Tablado acercarse a menos de 500 metros del padre de Carolina.
“Queda asimismo expresamente prohibido al denunciado, acercarse a menos de quinientos (500) metros del domicilio o lugar de trabajo del denunciante, aún en su ausencia, bajo apercibimiento de aplicarle las sanciones correspondientes”, señaló, entonces, la magistrada en el fallo.
También le ordenó a Tablado “abstenerse de realizar actos de violencia, perturbación o intimidación, mediante cualquier modalidad (telefonía, Internet, valiéndose de terceras personas, etc.)”.
