Cerca de las seis de la mañana, José “Pichi” De Yebra, despertó a los padres de su novia con sus gritos. El padre fue el primero en llegar al jardín de invierno ubicado en los fondos de la vivienda. Allí, comprobó que su hija, vestida con ropa de cama, estaba muerta. Los dos hombres discutieron y el joven, tomando un cuchillo de cocina que había en la casa, apuñaló al padre y después, a la madre.
Al escuchar el griterío, la mucama de la casa, Beatriz Jeréz, que también dormía en el lugar, salió a la calle desesperada, y dio aviso a los ocupantes de un móvil de la policía santiagueña.
De Yebra intentó dispararse, pero sólo se lesionó un ojo. Luego diría que él también fue víctima de un atacante, sin reconocer la autoría del sanguinario hecho.
En el juicio, fue condenado a prisión perpetua.
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Podrían ser novelas o tramas de cualquier serie policial, pero no… Estos crímenes son reales y pasaron en la Argentina. Un podcast de TN.
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