Se estudiaban en las carreras de periodismo y comunicación aquellos afiches de la guerra. Esto comenzó a principios del siglo pasado con los afiches que decantaban la base, la ideología de cada segmento. Un afiche tipo Biblia: la gente se detenía, lo leía, se debatía.
Estaban en las paredes, la vía publica, como un diario pegado, que hoy ya no capta la atención. Mutó a un afiche de imagen, de slogan, un afiche virtual que simula estar pegado en la vía publica.
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Se pasó a solo una imagen, una foto y comenzaron a jugar mucho los estudios cualitativos y cuantitativos de opinión pública, en focus groups, para determinar qué percepción y qué interpretación se hacía de los afiches.
El afiche llegó al focus, agencias que diseñan, profesionales del diseño, fotografías y más.
Por Carlos Lazzarini y Damián Deglauve
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