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Para entender cómo escribimos en las redes, tenemos que plantearnos lo primero: ¿escribimos o hablamos? Porque el punto de discusión es justamente ese. La Lengua de las redes sociales o de WhatsApp no respeta las pautas que rigen el escrito. El código empleado es un híbrido, es decir una mezcla de oral y escrito.
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Hay una máxima indiscutible: la Lengua escrita es la de la reflexión y la edición y La lengua oral, la de la inmediatez. En el reino de WhatsApp y Twitter, ¿esa premisa sigue siendo válida?
En las redes, estos dos conceptos se cruzan: hay que reaccionar rápido, pero hay que escribir. Entonces ¿cómo hacemos?
Las tildes, la puntuación y el cuidado de la ortografía son pautas que se tienen en cuenta en los textos escritos. Escribir bien supone estos cuidados, sin embargo en las redes han sido dejadas de lado. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: hay que reaccionar rápido para no quedarse atrás y perder el hilo de la conversación.
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El lenguaje en las redes sociales ha cambiado nuestra forma de expresarnos. Nunca había sido tan sencillo que la palabra propia tuviera estado público. Hoy, la comunicación en redes nos permite mostrar nuestra privacidad y hacer público lo que sentimos y pensamos. Elijamos cómo queremos mostrarnos.
Nombrar es una manera de crear mundos y la lengua, la caja de herramientas. En Fantasía textual, nuestro desafío es encontrar la manera de expresarnos con la intensidad justa, porque cuando las experiencias y las emociones encuentran sus palabras, nos entendemos mejor. Con Silvana Stabielli.
