La pandemia en general y el confinamiento en particular nos cambiaron a todos. En cada casa, se vivió una situación distinta, pero todos nos vimos afectados. Hubo que reacomodar los espacios comunes y personales para convivir todo el día y todos los días y nuevas emociones florecieron.
// Intervenir puede ser peligroso
Hay mucho que hacer con lo que se ha perdido, es esencial favorecer la expresión de los niños y adolescentes y hacerlos partícipes de las decisiones que afectan sus vidas. Algo importante en las dinámicas de las familias es recorrer juntos los diferentes momentos que fueron atravesando en este período atípico, de ese modo no solo habremos vivido una experiencia traumática sino una aventura peligrosa en la que todos fuimos protagonistas.
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