Louta viajó a las profundidades de su ser y estrenó Un Instante, un disco con el que reflexiona sobre los vaivenes de la vida mientras le pone su característica música disruptiva que invita a bailar para olvidarse de cualquier mal.
A cinco años de su último trabajo discográfico 2030, el artista multifacético presenta en este álbum diez canciones que repasan sonidos que van desde el pop experimental, la salsa, la electrónica, los ritmos urbanos y hasta las baladas más introspectivas.
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Ya desde el anuncio de lanzamiento de este disco, Louta dejó en claro que seguía siendo el mismo de siempre. Aquel artista que -allá por el 2018 y solo con un homónimo entre sus manos- se paraba en una plaza del barrio porteño de Belgrano para hacerles una performance a sus fans, es el que ahora vuelve recargado con un puñado de experiencias y sonidos hechos canción.

Así lo definió en una carta que les escribió a sus seguidores para anticiparles lo que iban a escuchar en Un instante. “Diez temas armados con pedazos de cosas que fui agarrando de estar en este planeta desde que nací hasta ahora”, expresó Jaime James.
Para quienes lo escuchan desde sus inicios en la música, seguramente reconozcan que este disco es la obra más desafiante de Louta. Si bien continúa con su línea disruptiva y su universo sonoro innovador que lo caracteriza desde el 2016, ahora le suma una capa de profundidad con la que se permitió cantar letras introspectivas y sensibles.

Louta te invita “Un instante” a las profundidades de su ser
A lo largo de las diez canciones, el artista deja varias frases que forman parte de la creatividad ilimitada de Louta, mientras invita a pararse firme ante la vida y bailarle sin miedos. “Kusturica”, es el tema que abre el disco e interpela directamente al cuerpo casi que obligándolo a querer hacer las clásicas coreografías que caracterizan al performer: “Voy a gritar hasta sentir que le ganamos a la muerte”.
La única colaboración de Un instante es “No sé quién sos” con su amigo Bizarrap que aparece octava en el setlist del álbum. A esta pieza musical la acompañó por un videoclip en el que ambos aparecen como muñecos que cobran vida en medio de melodías que reflejan sus fórmulas conocidas para hacer un hit bailable.
Lo más introspectivo del disco se puede apreciar en canciones como “Nunca me fui”, en la que abraza al pop y a sus emociones más sinceras. Un sentimiento similar se transita con “Cuando te miro”, un track que desde sus primeros segundos tiene una guitarra al frente para luego sorprender con la crudeza de la voz de Louta.

Sobre el final, aparecen dos temas que terminar por cerrar el concepto reflexivo del álbum. “She could” navega las profundidades como en “Puro” y el artista canta: “Me miro mientras cuento cómo fueron estos años, tal vez no estaba tan errado, tal ver era todo parte del plan”.
Por último, “Vive” interpela al oyente -como toda la obra de Louta- y es un golpe directo al corazón. “Vive mientras que lo puedan recordar, vive en cada vez que hablo, vive para ya no extrañarlo tanto”, expresa el artista con angustia pero superación a la vez en una letra que cierra su disco más desafiante de su carrera musical.