Al entrar al departamento de Carlos Rodríguez Ares, uno descubre un templo dedicado a Elvis Presley. La cara del rey del rock está en todos lados. El coleccionista especializado en el recordado cantante atesora miles de vinilos, con distintas ediciones, y afiches en las paredes -cuidadosamente enmarcados- que recuerdan a las distintas películas en las cuales tuvo al músico como protagonista.
Carlos descubrió en la radio a Elvis cuando tenía 7 años. En ese momento, ese chico descubrió una voz mágica, única, a la cual escucharía para toda la vida. Fue así que, desde ese momento, le pidió a sus padres las publicaciones del astro del rock. El destino lo llevó a presenciar distintas actuaciones de su ídolo y hasta de tener un autógrafo.
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En el living podemos encontrar una gran biblioteca donde conviven libros, vinilos, CD y cassettes de Presley. Ediciones, por ejemplo, de un mismo disco pero de distintos países como Francia, Alemania, Japón y hasta de Cuba. También, hay una gran cantidad de simples famosos del intérprete de “Hound Dog”.
En una de las habitaciones, Rodríguez Ares puede descubrir de la calidad de un reproductor de cinta abierta, que al darle play, aparece la impresionante voz de Elvis. Una gigantografía del rockero lo mira cuando él se sienta a disfrutar de los temas en un cómodo sillón.
A lo largo de su carrera, este coleccionista de fama internacional, fue importante por su trabajo con distintas figuras del rock argentino como Los Helicópteros, Virus, Soda Stereo, Riff y Los Fabulosos Cadillacs, entre otros. Tiene un local de venta de discos de Elvis y publicó varios libros sobre el rey del rock.