Fher Olvera, el cantante de Maná, fue entrevistado por Billboard y habló sobre su postura frente al reguetón y su lírica. El músico hizo un análisis de los temas más recurrentes del género y apuntó contra la misoginia.
El músico mexicano tiene una carrera de más de 30 años y se mantuvo fiel a su estilo logrando grandes éxitos. En este contexto, opinó sobre el género urbano, uno de los más escuchados en América.
Leé también: Maná viene a la Argentina y TN tiene entradas y un meet & greet para vos
Sobre el contenido de las canciones, Fernando expresó que tienen “letras muy violentas, muy repetitivas y a veces con cierta falta de respeto a la mujer”. “Yo creo que cuando haces ese tipo de cosas se te están acabando los recursos literarios y recurres a ese tipo de letra”, disparó.
De todos modos, admitió que respeta y celebra la pluralidad dentro de la música: “El gusto musical es de cada quien. A veces digo, ‘Qué bueno que hay reguetón y que Maná suena diferente, porque por eso hay algo diferente, y la gente a veces busca algo diferente”.
Fher Olvera habló sobre la carrera de Bad Bunny
En cuanto a su gusto personal, admitió que es consumidor del género, aunque el reguetón le gusta “un poquito, para bailar”. De todos modos, apuntó fuertemente contra Bad Bunny, uno de los más grandes representantes del estilo a nivel mundial.
“De plano al que no lo puedo escuchar mucho es al Bad Bunny”, fueron sus palabras. Y continuó: “Lo respeto, él se ha hecho muy famoso, ha llegado a lugares donde nadie ha llegado de los latinos y eso tiene un mérito, por un lado, pero no por eso te va a tener que gustar”.
En entrevistas anteriores, el cantante de Maná reconoció que no estaría interesado en cambiar su género musical para lograr más popularidad en el mundo: “Me está diciendo que debo tocar un poco de reguetón para hacerme famoso internacionalmente. A mi hijo le digo que no voy a hacer nada con Bad Bunny”.
“La mayoría de sus cantantes, no todos, tienen poco talento. Igual es que ya me estoy haciendo viejo”, expresó en 2023 al hablar de las letras y la propuesta del reguetón, que cada vez se masifica más y ya dejó de ser potestad de los latinos.
