La muerte de Charlie Watts generó un estado de luto en el mundo del rock, que le rinde homenaje al hombre que se transformó en el corazón de la banda. Con sus múltiples virtudes, Watts fue importante arriba y abajo del escenario. Su musicalidad fue el motor de la banda, y su tranquilidad para unir al grupo cuando los dos líderes tuvieron diferencias fue trascendental.
Watts había cumplido 80 años a principios de junio, y los que lo conocieron lo plantean como el Stone más reservado de los cuatro. Su carrera musical comenzó en el grupo musical Blues Incorporated, pero rápidamente su gran potencial en la banda de Alexis Korner llamó la atención de Keith Richards, Mick Jagger y Brian Jones.
Fue tal la importancia de Watts para la banda británica que en algún momento Richards comentó: “Él me permite volar en el escenario”. Y si siempre se dijo que Keith era el alma de la banda, Charlie era el corazón que le proporcionaba al grupo la base necesaria para que el tándem guitarrero pueda jugar sobre las canciones.
La gran característica detrás de su estilo fue su capacidad para hacerse escuchar entre el ruido. Watts nunca necesitó la espectacularidad de algunos de sus contemporáneos -John Bonham, Keith Moon, entre otros- para resonar y otorgarle un timbre especial a las canciones.
“Me encanta tocar la batería y me encanta tocar con Mick, Keith y Ronnie”, soltó algunos años atrás el baterista de la banda de rock más importante de todos los tiempos. Hoy, en el día de su fallecimiento recordamos cinco temas que reflejan su importancia en el grupo.
Get Off Of My Cloud
Uno de los primeros clásicos del grupo también es la demostración empírica del nervio motor que genera Watts con un patrón de batería que se repite durante toda la canción y hace que no puedas escuchar casi nada más que su toque hipnótico.
La versión en vivo del tema logra generar una adrenalina típica de la banda, impulsada por la batería como base inigualable. Por eso, cada vez que sonaba Get Off My Cloud en un recital la gente enloquecía.
Paint it Black
Quizás la canción más icónica de los Stones, con sus elementos fuera de eje, típicos del momento de la banda (1966). Charlie Watts se destaca desde el primer golpe en esta canción y logra mantener la identidad del tema a lo largo de los fills.
El ataque en el puente y la importancia que logra en la canción hacen que esta interpretación de Watts sea una de las más pomposas de su carrera.
Gimme Shelter
Dentro del Olimpo de grandes composiciones de los Stones y fiel al riff enmarañado de Keith Richards, Watts abre con su golpe las puertas del abismo en una oda que sintetiza el final del verano del amor y se convierte en el empuje a lo largo de un tema que marca una bisagra en el estilo compositivo del grupo.
“Gimme Shelter” es la canción con la que abre el afamado disco Let it Bleed de The Rolling Stones lanzado el 5 de diciembre de 1969. La historia cuenta que el grupo no vivía sus mejores momentos y que Charlie Watts fue una de las piezas fundamentales para mantener unida a la banda.
19th Nervous Breakdown
Mientras los Stones se erigían como parte de la British Invasion, este single da cuenta del estilo jazzero del que Watts nunca quiso alejarse demasiado mientras las canciones continuaran funcionando.
El hipnótico riff que interpreta Brian Jones en la canción que es parte del álbum Aftermath (grabado en diciembre de 1965 en el RCA Recording Studios de Hollywood), es muy bien seguido por la batería de Charlie Watts.
Beast of Burden
Watts puso toda su genialidad al servicio de la canción, sin la intención de lucirse. Es en gran parte su mayor aporte al sonido Stones, su lucimiento personal no afecta negativamente las composiciones de Mick Jagger y Keith Richards, sino que las potencian.
“Beast of Burden”, posiblemente la mejor canción dentro del excelente Some Girls, es la mejor prueba de adaptabilidad dentro de la discografía.