Sintetizadores, máquinas de ritmo y David Bowie
Tres amigos de Basildon, una ciudad al Sur de Inglaterra, construida en 1949 tras la Segunda Guerra Mundial, como consecuencia de los bombardeos, se unieron en la primavera de 1980 para darle vida a un proyecto musical, luego de algunas experiencias no muy buenas.
Vince Clarke, un joven interesado en los teclados, samplers y cualquier máquina de ritmo que tenía a su alcance, se puso en contacto con Martin Gore y Andrew Fletcher. El nombre elegido todavía no era Depeche Mode: se llamaron Composition of Sound.
“Recuerdo Basildon como una ciudad gris, de clase trabajadora, con muchos edificios, pero sin cines. Nuestra diversión era hacer música”, describió Clarke, en una entrevista con la Viola.
Con un primer demo casero -con Vince a cargo de la voz, llegó a los oídos de algunos directivos de distintos sellos discográficos. Al poco tiempo, Clarke descubrió a un carismático joven llamado Dave Gahan en un bar, cantando una versión de “Heroes” de David Bowie. Impresionado por su interpretación, se acercó para ofrecerle sumarse a la banda.
El primer show de COS con Dave fue el 14 de junio de 1980 en su ciudad, con un público interesado en las nuevas propuestas de la época.
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Con acento francés...
A los pocos días de formar parte de Composition of Sound, el cantante sugirió cambiar el nombre de la banda por “Depeche Mode”. Según cuenta la historia, lo tomó de una revista de moda francesa. Algo así como “moda pasajera”.
En una entrevista, Martin Gore contó que el nombre significa “la manera apresurada o expedición de la moda. Me gusta el sonido que tiene”.
La salida de su cerebro
Después de buscar suerte con distintas compañías, Depeche Mode consiguió grabar una canción de Clarke, “Photographic”, en un pequeño sello independiente de música electrónica llamado Some Bizzare Records.
El tema, dentro de un estilo de synth-pop, apareció en un recopilatorio de nuevas promesas de ese sello, convirtiéndose así en su primera grabación para un disco.
Semanas después, durante un concierto en vivo en el Bridge House en Canning Town, el grupo conoció a Daniel Miller, un músico reconocido dentro del género electrónico que había fundado el sello Mute Records que estaba interesado en nuevos grupos. Al verlos en acción, no lo dudó, y lo sumó a su staff.
“Dreaming of Me”, grabado en diciembre de 1980 y se publicó en febrero de 1981, llegó al puesto 57 de las listas británicas. Fue el primer sencillo del grupo antes de la salida de su disco debut, Speak & Spell (1980).
“Fue increíble. La primera vez que entré a un estudio, descubrí un mundo nuevo. No podía creer las cosas que se podían hacer. Lo grabamos muy rápido, en ocho semanas, y Martin y Andrew tenían otros trabajos. Cuando terminaban con su jornada laboral venían al estudio para seguir grabando”, recordó Clarke a La Viola.
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El debut tuvo muy buena respuesta. Canciones como “New Life”, “Puppets” o “Boys Say Go!” marcaron el rumbo de Depeche Mode por aquellos días. Pero sin lugar a dudas, fue “Just Can’t Get Enough”, compuesta por Vince Clarke -como gran parte del material- la canción que se transformó en un hit de la pista de baile.
Al poco tiempo de su salida, con una buena respuesta por parte del público y de la prensa especializada, el principal compositor de Depeche Mode decidió alejarse para buscar un nuevo rumbo. “No sabía que iba a llegar tan lejos. Nuestros primeros shows fueron en escenarios chicos, para pocas personas, pero con el tiempo todo fue creciendo. Una gran sorpresa. Me fui porque quería algo distinto”, reflexionó muchos años después. Dentro de un estilo familiar, Vince le dio vida a otros proyectos como Yazzo y Erasure.
¿Una base de Led Zeppelin?
Music for the Masses (1987), sexto álbum de Depeche Mode, llegó a los primeros puestos de las listas y transformó al grupo en un número de estadios.
“Never Let Me Down Again”, “Strangelove” o “Behind The Wheel” fueron algunos de los cortes. El primero de ellos, con bases fuertes y sintetizadores con oscuros arreglos. El procutor del track David Bascombe, explicó que como base de ritmo utilizó “When the levee breaks” de Led Zeppelin, que resulta ser un fantástico sonido de percusión.
A su vez, Martin Gore aportó su guitarra a la pista, logrando un interesante sonido, gracias a una paleta de diferentes efectos. “También hay cuerdas y vientos sacados de orquestas reales, y nosotros reestructuramos la canción para que el coro tuviera más fuerza, y poder usarlo de ese modo de cobertura”, expresó Bascombe.
La gira de presentación del álbum por los Estados Unidos fue un gran éxito que quedó registrado en disco 101 y en la película del mismo nombre. A Depeche Mode le quedaba un escalón para llegar a la masividad.
Un hit inspirado en Elvis Presley
Un éxito desde su primer acorde. Una suerte de blues, que salió en una de las primeras sesiones para el disco Violator (1990). La mayor parte de 1989, Gore, Gahan, Fletcher y Alan Wilder (se había sumado al grupo luego de la salida de Vince Clarke) trabajaron arduamente en las canciones
Estaba marcada por las bases electrónicas y un riff repetitivo que se transformó en un sello de distinción en la nueva etapa de DM. Gore tocaba la guitarra a través de los sintetizadores. No estaba muy familiarizado con el sonido rockero primitivo. El músico se inspiró en el libro Elvis and Me de Priscilla Presley.
“Es un tema que trata sobre el hecho de ser Jesús, el salvador, para una persona ser alguien que te brinde esperanza y te cuide. Trata en la forma en que Elvis fue un hombre y su mentor, y con frecuencia sucede en las relaciones de amor; cómo el corazón de la gente es como un Dios en cierta manera, lo cual no es una visión muy equilibrada de alguien”, expresó Martin Gore, en una entrevista publicada en el libro Depeche Mode. Mito del rock de Steve Malins.
Para este disco, DM se contactó con el joven Mark Ellis, más conocido con Flood (inundación) -apodo que recibió por su accidentada costumbre de volcar la taza de té y mojar a todos- para que tome el control de la producción.
Su experiencia estaba marcada por su trabajo con artistas del sello Mute como Cabaret Voltaire o Soft Cell. Fue una prueba de fuego. Luego trabajaría con otros grandes nombres como U2, en Acthung Baby, Mellon Collie and the infinite Sadness, de Smashing Pumpkins y To bring you my Love, de PJ Harvey, entre otros.
La canción se convirtió en uno de los clásicos de la banda. Violator -vendió 13.5 millones de copias- le permitió a Depeche Mode salir del eslogan de banda tecno pop, para entrar a un concepto tradicional de las grandes bandas de rock.
Un clásico que nació como una balada
“Enjoy The Silence”, otro temazo de Violator, nació como una balada cantada por su autor, Martin Gore. Pero cambió su ritmo y la voz pasó a estar a cargo de Dave Gahan. “No hubo normas rígidas impuestas; a veces las canciones cambiaban drásticamente de la grabación original y a veces resultaban bastante similares”, contó Alan Wilder, quien tuvo la idea de acelerarla.
En el video, bajo la realización de Anton Corbijn, el cantante Dave Gahan recorre distintos paisajes vestido de rey y cargando una silla plegable. Se grabó en Escocia y en Portugal.
“Fue un período más prolífero y aunque algunas pistas como “Clean” y “Policy of Truth” pasaron por numerosas fases y formas antes de afianzar sus versiones finales. Vivimos el período más productivo y el que más disfrutamos”, rememoró Alan Wilder, quien dejaría Depeche Mode en 1995.
Dave Gahan, cerca de la muerte
De chico fue muy rebelde. En distintas entrevistas, el cantante contó que el grupo fue una suerte de salvación. La música lo alejó de una vida delictiva que incluía toda clase de robos y hasta su paso por una correccional.
“Tuve un montón de drogas, un montón de gente con la que podía pasar el rato y disfrutar de distintos ambientes. Los violentos, los aficionados a las drogas o solo chicas. Tenía un grupo de amigos con los que salíamos a comprar anfetaminas Íbamos a Londres todas las noches, terminábamos en alguna fiesta y después tomábamos el primer tren. Era un regreso a casa demasiado largo”, describió el músico.
En 1996, sus problemas con las adicciones se profundizaron. Su corazón dejó de latir durante cerca de dos minutos por un paro. Lo más curioso de la historia es que despertó esposado por posesión de drogas. Alguien pagó la fianza y no terminó preso. Su recuperación siguió en un centro especializado.