Jim Morrison es una de las leyendas más grandes en la historia del rock. Junto a Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore creó The Doors en 1965. En sus cortos años de vida, amó la música y la literatura, se convirtió en el Rey Lagarto de miles de fanáticos en el mundo, experimentó con diversas drogas y brindó shows tan provocadores que llegaron a prohibirse.
En uno de esos shows en Miami, en 1969, Jim fue denunciado por exhibicionismo por supuestamente mostrar el pene. Se le cancelaron varios conciertos, tuvo que enfrentar problemas legales y se perdió en el alcohol y las drogas para lidiar con tal estrellato.
Más tarde, cansado de los problemas y los excesos, Jim se alejó de los escenarios, engordó algunos kilos, se dejó crecer la barba y se refugió en París, en un departamento del barrio Le Marais, junto a su novia Pamela Courson. Fueron tres meses en los que se dedicó a la poesía, a pasear por la Ciudad Luz, a tomar notas, a escribir y a emborracharse.
La mañana del 3 de julio de 1971 Jim fue encontrado muerto en la bañadera de su departamento. Según la versión oficial, Jim falleció tras aspirar heroína. Se supone que se descompuso y que se quiso dar un baño para bajar la droga. Fue su novia quien lo encontró sin vida.
De todas formas, existen diversas versiones sobre su muerte, ya que nunca se hizo la autopsia y los investigadores indicaron que simplemente falleció por “un paro cardíaco”. Una de las teorías indica que Jim murió en el baño del club de un amigo y que luego mandaron el cuerpo al departamento. También hay quienes creen que se trató de un suicidio o un asesinato, o que inclusive aun vive en Nueva York.
Su cuerpo fue enterrado tres días después en el cementerio Pere Lachaise de París. Pamela falleció tres años más tarde, el 25 de abril en 1974, también por una sobredosis de heroína.
Jim es considerado parte del Club de los 27: el de las estrellas de rock que murieron a los 27 años, como Jimi Hendrix, Janis Joplin, Kurt Cobain y Amy Winehouse.
