El juez porteño Martín Yadarola resolvió el jueves enviar a juicio a Pity Álvarez, exlíder de Viejas Locas, por el crimen de Cristian Díaz, al que asesinó en la madrugada del 12 de julio en el complejo Samoré de Villa Lugano. La víctima recibió cuatro balazos en la cabeza.
"Yo lo maté porque era él o yo", confesó el cantante ante las cámaras de televisión mientras llegaba a la comisaría 52 para entregarse a casi 24 horas de haber acribillado a ese hombre. El juez reconstruyó la escena del crimen, confirmó que ambos se conocían del barrio y elevó la causa a juicio por "homicidio agravado por el uso de arma de fuego".
Allí, alrededor de la 1 de la mañana del 12 de julio, en medio de la discusión, Díaz le habría dicho: "Vos una vez me dijiste que me ibas a pegar un tiro cuando te faltaron cosas en la mochila". Y, mientras se acercaba a Álvarez, le habría gritado: "¡Si vas a tirar un tiro, tirá gato!".
Acto seguido, sin decir nada, "Pity" sacó su pistola, le dio un tiro en la cara a Díaz y ya, cuando estaba en el piso, lo remató con tres más también en la zona del rostro. Luego descartó su Lorcin calíbre 25 en una alcantarilla y se dio a la fuga en su auto. Increíblemente, tres horas más tarde, el cantante fue visto en el recital de Ulises Bueno en Pinar de Rocha.
Desde que se entregó, Álvarez fue alojado en la cárcel de Ezeiza, donde, por orden del juez, los médicos del Hospital Penitenciario Central (HPC) le brindan tratamiento terapéutico y "asistencia integral al consumo problemático de sustancias psicoactivas".
En la cárcel, como parte del Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA), Pity improvisó una banda con Eduardo Vázquez, exbaterista de Callejeros, y Gerardo Billiris, el anestesista detenido por drogar y golpear hasta dejarla al borde de la muerte a María Eugenia Belén Torres, en 2017. Juntos tocaron algunas canciones de Viejas Locas para los otros presos.