Es una artista integral y eso queda claro desde el principio. Vinila von Bismark es un arcoíris musical que no deja un color sin brillar. Influencias de las más varias se notan en su obra: glam, post punk, electrónica, ska, e incluso los sonidos de su Granada natal.
The Secret Carnival podría ser la banda sonora de la mejor película de Tarantino. Cantado en inglés, está buenísimo de punta a punta. Acompañada por The Lucky Dados tira un rockabilly de alto nivel, pero no deja afuera el surf rock, el ska o el clásico rock and roll. Imperdible.
A Place With No Name muestra un crecimiento gigante en su carrera y es tan difícil de encasillar como su antecesor, aunque da la sensación de tener un toque más garagero en su intención. Son diez canciones plagadas de seducción, oscuridad y profunidad que dan ganas de dejarlas en repeat horas y horas.
Su último trabajo, Hotel Llamado Mentira, es quizás el que más apunta a sus raíces y por ende el más difícil de digerir para un argento (esto no quiere decir que no sea bueno, ni mucho menos). Como ella definió oportunamente, convive su raíz andaluza con el flamenco a la que suma las influencias latinas en modo cumbia. Cantado en español (lo que significa un gran cambio), es el más alejado del rock.
A sus 32 años Vinila tiene una zarpada carrera como performer, modelo, dj y todo eso se nota al hablar con ella. Desborda arte, no se come una y tiene una personalidad tan arrolladora como su música.