"La libertad en la Argentina le debe a Miguel Abuelo un monumento", aseguró Andrés Calamaro, bajista de Los Abuelos de la Nada, al recordar al músico, a 30 años de su muerte.
El Salmón, primero, y otros amigos del cantante, después, recordaron en Telenoche anécdotas y vivencias con un personaje tan particular. "El rock argentino mostró cuánta poesía se le puede poner a una canción", reflexionó el productor musical "Cachorro" López.
"Era un buen tipo con una vida muy dura, y todavía se vengaba del mundo", explicó Pipo Lernoud. "Y le tocaron años difíciles de la Argentina para vivir", consideró Calamaro. "Hubo persecución moral, policial y política y, finalmente, el SIDA", completó.
Lernour detalló que "al principio era Miguel Ángel Peralta, un busca vidas, un chico que quería ser poeta. A veces robaba algo para poder vivir. Y de a poco se convirtió en un gran músico".
"Miguel era, sobre un escenario, un saca pecho. Era un general vikingo que iba a la guerra. Almirante Brown o el Luna Park era lo mismo para él", cerró El Salmón.
