Taylor Swift se convirtió en una de las estrellas pop más exitosas de la industria. Pero la fama le jugó una mala pasada con Frank Andrew Hoover, un acosador que le envió durante dos años una seguidilla de correos electrónicos amenazantes. En los mensajes, el hombre -oriundo de Texas- aseveró que iba a asesinar a la cantante y a toda su familia.
Según el sitio de noticias TMZ, los emails forman parte de un sumario judicial de 112 páginas. El agresor hizo referencia a la artista como portadora de un "virus" que se había propagado con rapidez. Y que él se encargaría de "exterminar", así como de todas las personas de su círculo íntimo afectado.
"Este es el gran demonio de las familias de demonios: Scott, Austin, Taylor, Andrew. Sinceramente, representan el fin real del hijo de Dios. Este artículo no es ninguna broma y el Señor hará que ardan en el infierno por mí"
Hoover tiene una orden de restricción de por vida, desde 2016. Según la normativa, no puede acercarse a Swift en un radio de 150 metros. A pesar de esto, el acosador fue detenido en octubre de ese año, cuando intentó aproximarse hacia ella después de un concierto en una carrera de Fórmula 1.
Ni la familia del hombre, ni los Swift hicieron comentarios sobre el caso. La semana que viene el texano deberá presentarse ante el juzgado, para dar explicaciones sobre estos correos electrónicos.
Este no es el primer caso que la cantante tuvo que sufrir. El año pasado, Mohammed Jaffar fue detenido por acosarla en Twitter, en donde le escribía poemas con fotos de ella. Su obsesión llegó a tal punto que intentó entrar al complejo de departamentos donde vive para verla en reiteradas ocasiones.
