El 2007 marcó el gran regreso de Soda Stereo a los escenarios después de 10 años. Aquella despedida en River, que inmortalizó la frase de Gustavo Cerati, "Gracias, totales", había dejado un sabor amargo en los fans. La idea de la reunión estuvo siempre latente.
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El tour "Me verás volver" fue un éxito y recorrió el continente americano, pasando por Chile, Ecuador, México, Estados Unidos, Colombia, Panamá, Venezuela y Perú. También superó la marca de recitales en el Monumental de los Rolling Stones con cinco. Después el primer lugar quedaría en manos de Roger Waters con siete.
El 21 de diciembre de 2007 fue el último show en Buenos Aires. Un atardecer caluroso donde muchos pensaron en la lluvia. Todo cambió cuando Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti salieron al escenario. El clima se transformó en el mejor.
Fue el más emotivo. En casi tres horas y media, la banda entregó todo su poderío a la multitud. A los músicos que acompañaron al trío en la extensa gira, Tweety González, Leandro Fresco y Leo García, se sumaron como invitados Fabián Von Quintiero, teclados, participó en “Danza Rota” y “Persiana Americana”; Richard Coleman puso su guitarra en “Primavera 0” y “No existes”; Andrea Álvarez (percusión) “Picnic en el 4º B” y “Lo que sangra (La cúpula)", Gillespi, trompeta en “Signos “ y “Fue”; la destacada presencia de Carlos Alomar, productor del disco Doble Vida, en “Terapia de amor intensiva”.
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"Estamos felices por el amor de ustedes en todos los lugares donde fuimos. Se habló de la plata, se habló de muchas cosas, esto es música. Lo importante es que nos rompimos, lo hicimos y el éxito tiene ver con ustedes y la posibilidad de recomponer nuestra relación interna", contó Cerati antes del final show.
Un momento único, histórico y que le dio la posibilidad a una nueva generación a disfrutar de las canciones de Soda.
