Por Eleonora Pérez Caressi
Cerca de 55.000 personas de todas las edades coparon el Estadio. Un show bien familiero. 34 temas, invitados y una fiesta que se extendió por algo más de tres horas. ¿Qué tiene La Beriso que llegó a River? Empatía. Hay dos cosas que nos igualan a todos los seres humanos: el amor y el dolor. De eso hablan sus canciones, de la vida, de la experiencia, del sufrimiento y de la muerte. El sábado, todos los que fueron a River sintieron felicidad de ver a su banda ahí arriba y de ver sus propios sentimientos reflejados en una letra ¿Hay algo más lindo que ver a la gente feliz? Definitivamente, no. Pueden cuestionar muchas cosas, menos, que La Beriso le mueve la fibra a un montón de gente y, después de todo, ese es el objetivo de la música.
La lista de temas viajó por cada uno de los discos de la banda. Victor Heredia y su "Sobreviviendo" abrió el paso al resto de los invitados: David Lebón, Armando Avila, Néstor de Nonpa, Walter Giardino, Los Decadentes, el Tano Marciello, Stu Hamm (bajista que, además de su trabajo solista, grabó con Joe Satriani, Steve Vai, entre otros).
Hubo un momento especial, el dedicado a las hermanas de Rolo, ya lo dijo él "dejo la banda y vuelvo a ser fletero si me devuelven a mis hermanas". Las lágrimas se multiplicaron entre la gente mientras coreaban, entre aplausos a un Rolo que no pudo contener las lágrimas, "Cómo olvidarme". Con "Banda de moda" todo volvió a ser algarabía en un tema que hace frente a las críticas que, supongo de algún modo, están hartos de recibir. Le siguió "No me olvides" con el Tano Marciello y el cierre fue con "Traicionero".
Todo el staff de la banda subió a pogear al escenario festejando por esas "cuántas noches de gira" y por esta noche que, sin dudas, es el gol de sus vidas.
