No tenía las cualidades de la típica estrella del rock. No era el prototipo de frontman de una banda de rock. Pero tan solo con su tradicional parada sobre el escenario Joey Ramone marcaba presencia. Supo conquistar a su público con su corazón y sus canciones cargadas de energía.
La noticia sobre la muerte de Joey Ramone sorprendió en aquel domingo 15 de abril de 2001. Por aquellos días, Jeffrey Hyman, su verdadero nombre, había interrumpido la grabación de un disco solista, que fue publicado en forma póstuma Don’t Worry About Me (2002), por un cáncer. El final lo sorprendió al cantante escuchando el tema de U2, "In A Little While". “Estaba ya inconsciente, pero creo que oía la canción. Justo cuando terminaba la canción, Joey terminó”, contó su madre Charlotte Lesher al confirmar su muerte. Tenía 49 años.
Luego, Bono lo homenajearía con “The Miracle (of Joey Ramone)” una canción que forma parte del disco de U2, Songs of Innocence. La letra cuenta la experiencia que vivió el cantante al presenciar un show de la banda norteamericana.
Los Ramones marcaron a miles de jóvenes con su particular estilo. En 1976 el mundo musical se sorprendió con su disco debut con canciones rápidas, potentes, despojadas de grandes arreglos, sin los largos solos de guitarra (muy común en aquellos años) y nutridas de un mensaje directo. Un sonido excitante que salía de cada uno de los instrumentos.
La imagen del grupo también dio que hablar. Los músicos se mostraban con jeans rotos, camperas de cuero, remeras, flequillos. Todo muy natural.
El grupo se despidió de los escenarios en 1996 dejando un gran legado. Miles de jóvenes en todo el mundo siguen escuchando sus discos y lucen sus remeras con su tradicional logo.