"El jazz es como las bananas, debe consumirse en el lugar donde se produce", escribió, soltó o susurró alguna vez Jean Paul Sarte. Swing, Be-bop, cool, hard-bop, free jazz, jazz rock. Desde Nueva Orleans a esta parte, con géneros y subgéneros, el jazz se mantuvo vivo, se reinventó y se deconstruyó a sí mismo. Aquí, una breve, intencional, impotente y poco reprepresentativa lista de temas que no pueden faltar cuando de jazz se trata.
Take the "A" train - Duke Ellington
Este standard pertenece en realidad a Billy Strayhorn, pero fue la marca registrada de la Big Orchestra de Ellington. El "Duque", que no confiaba en la improvisación, se dedicó a escribir arreglos y composiciones, súper orquestados, que sonaban a libertinaje. Este tema es un fiel ejemplo de eso.
So What - Miles Davis
Ineludible. Imposible pensar en jazz sin recaer en Miles. Su disco "Kind of Blue" fue el más vendido del género en todos los tiempos. La voz, tímida, sensorial, y el beat constante de So What, un pequeño ejemplo del universo de Davis. Aquí una versión (para la tele yanqui) con orquesta, dirigida por Bill Evans, con John Coltrane como sidekick. Imperdible.
Donna Lee - Charlie Parker
Bird, otro músico ineludible que marcó tendencia. Un tempo rápido y línea de voz múltiple que casi fueron de transición. El tema pertenece en realidad a Miles Davis. Parker aparece acreditado en algunas ediciones originales de discos en 78 rpm, y eso continúa hasta ahora. Una especie de autoría deformada y compartida por la historia, pero genial. Un fiel reflejo del trabajo del inagotable saxofonista. (Lover Man, para los que quieren un poco más, una pieza grabada bajo los efectos del alcohol).
Cheek to Cheek - Ella Fitzgerald y Louis Armstrong
Sobran las palabras. Este clásico con dos gigantes que conversan con una dulzura inconmensurable. La canción fue cantada por primera vez por Fred Astaire en la película Top Hat (1935). Esta versión de Ella y Louis recorre la piel y acelera el corazón. Pieza ineludible para bailar de a dos.
Acknowledgement - John Coltrane
Una pequeña muestra de una obra maestra. Una mera excusa para hablar del disco "A Love Supreme", que, con una marcada línea espiritual, es un viaje completo al alma de Coltrane. Impredescible, comprometido y precoz, grabó unos cincuenta discos como líder en doce años. Marcó el camino a seguir. Un hombre de vanguardia y controvertido. Un disco que no puede faltar.
Blue Monk - Thelonious Monk
Fue para el jazz lo que Jacques Derrida para la filosofía. Deconstructivismo puro. El estilo de Monk, quizás el más personal de todos, es inconfundible. Padre del Be-bop y de lo "cool". Para el que quiera empaparse más: "Round About Midnight", "Straight No Chaser" y "52nd Street Theme" (a googlearlos). Y un bonustrack inclasificable: I Surrender, Dear.
Duet Solo Dancers - Charles Mingus
Ok. No es para todos los gustos. Muchos aficionados del género prefieren otros ejemplos. Pero esta canción, del álbum rupturista, "The Black Saint And The Sinner Lady", con disonancias más cercanas al free jazz, es un ejemplo de un genio fuera de medida posible. El álbum es una suite dividida en seis partes interpretada por once músicos. El jazz como un ballet.
My Foolish Heart - Bill Evans
Irrepetible. Blanco. Impresionista, lirista, predicador de la relajación y la introversión. Su obra abarca el cool, el post-bop y la música modal. Tocó con todos y los sumó a todos. Gerry Mulligan, Oscar Peterson, John Coltrane, Dave Brubeck o Milt Jackson. La experiencia es el recorrido. Para los que quieran, su hit de arranque de carrera: Waltz for Debby.
Strange Fruit - Billie Holiday
Militante, real y comprometida. El tema habla de un cuerpo negro que cuelga de un árbol. Símbolo del linchamiento. La voz de Holiday la hizo mundialmente famosa. El mensaje, profundo. "Cuando Billie cantaba se tenía la emoción directamente de los pies del árbol", dijeron alguna vez. Para los que busquen clásicos: All of me y Summertime.
++PARTICIPÁ
*La lista es inagotable. El gusto, las épocas, el color, los timbres. La raíz, o la semilla que más germinó seguro prosperó desde estos caminos. ¿Y vos, qué temas de jazz considerás imprescindibles?