A principios de este año, se supo que Jonathan Schwartz, exmanager de Alanis Morissette, le robó a la cantante 4,8 millones de dólares.
La canadiense lo demandó en mayo del año pasado por 15 millones de dólares en daños y perjuicios.
Las partes llegaron ahora a un acuerdo y el acusado escribió una carta abierta en la que explica los motivos de sus actos y su arrepentimiento. ¿Por qué lo hizo? Por ser adicto al juego.
"Viví una doble vida, ya que nadie más que mi corredor de apuestas sabía que tenía este lado 'oscuro'. Al principio, 'tomé prestado' un poco de los clientes, con la esperanza de que les pagaría si ganaba la apuesta de esa noche. Como seguía perdiendo, seguí robando. Continué diciéndome que sólo necesitaba un golpe de suerte y los pagaré. Ese golpe de suerte nunca llegó - por suerte. Digo afortunadamente porque, cuando finalmente fui atrapado, un resplandor brillante brilló en mi deplorable conducta. No podía esconderme más y toqué fondo. Al ver lo patético que me había convertido, finalmente tuve el coraje de pedir ayuda", se puede leer en su texto.
Allí también pide: "Por favor, utilicenme como un ejemplo de lo que puede ir desastrosamente mal cuando comenzás a ir por el camino equivocado. Por favor, sigan un camino diferente".
A pesar del texto, la cantante salió al cruce con una corta y dura réplica: "Sería aprensiva de creer cualquier palabra que salga de la boca de Jonathan Schwartz". Tiene millones de razones para seguir enojada.
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