Dicen que como jugador era un excelente cantante, pero Jairo afirma que en la década del 70 fue un “digno volante de ida y vuelta”. El consagrado artista, que cumple 74 años, se dio el gusto de jugar muchos picados con su amigo Carlos Bianchi, cuando el goleador argentino la rompía en el Paris Saint Germain.
La historia de los picados en París, cuando Jairo estaba exiliado de la dictadura argentina, se remonta a 1977, cuando el club era presidido por el famoso diseñador Daniel Hechter. En aquel momento, el equipo en el que jugó Leo Messi había contratado a Carlos Bianchi y al cordobés Ramón Heredia, nacido en el mismo pueblo que Jairo: Cruz del Eje.
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Jairo, nacido como Mario González el 16 de junio de 1949, había vivido en España y estaba tratando de hacer carrera en Francia junto a otros artistas con los que compartía el exilio. “Yo vivía a tres cuadras del Camp des Loges, el centro de entrenamiento del PSG. Iba a correr al bosque y me metía al club a jugar un ‘fulbito’ luego de las prácticas”, explicó el cantante.
El contacto se dio porque el principal sponsor de la institución era RTL, la radio más importante de Francia, y además era conocido del presidente y del entrenador, Jean Michel Larqué.
A Bianchi le encantaba que el cantante se prendiera en los picados y se divertía mucho con él. “Tenía condiciones, pudo haber sido jugador de fútbol tranquilamente”, afirmó una vez el Virrey, no se sabe si convencido de lo que decía o por la cercana presencia de su amigo, que se jactaba de su despliegue.
“Fui un 8 digno. Con mucha ida y vuelta. En aquellos tiempos tenía 27 o 28 años y me corría todo. Yo creo que tenía más despliegue que los volantes de la primera”, bromeó el músico.
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En aquellos años, Bianchi era una figura del fútbol francés. Venía de ser goleador en Reims y llegaba a PSG como una figura estelar de la liga. Junto a él arribó Ramón Cacho Heredia, con pasado en San Lorenzo y en Atlético de Madrid.
“Mario es un gran muchacho. Su primera Navidad en Francia la pasó en mi casa junto a su familia. Cada tanto nos hablamos por teléfono”, apunta Heredia, quien vive en España e integra la secretaría técnica del Atlético de Madrid.
En aquellos tiempos, además de estrechar vínculos en el fútbol, Jairo formaba parte de una autentica cofradía de notables, junto a María Elena Walsh, Julio Cortázar, ‘La Negra’ Sosa, Atahualpa Yupanqui y Astor Piazzolla.
A propósito de esto, con el bandoneonista y compositor marplatense dieron el puntapié inicial del partido amistoso que el PSG y Boca Juniors jugaron el 5 de setiembre de 1981 en el mítico Parque de los Príncipes y que favoreció 3-1 al equipo xeneize.
Cuando tiene que mostrar sus “pergaminos” como futbolista, Jairo se siente orgulloso de haber jugado con Michael Platini, uno de los mejores exponentes de la historia del fútbol galo. “Compartimos varias veces un equipo de ‘estrellas’ que integraban artistas y ex deportistas y que generalmente se presentaba para recaudar fondos por alguna causa”, señala.
Considerado como “la mejor voz de Argentina” por Mercedes Sosa, Jairo interpretó más de 800 canciones en español, francés, italiano y alemán a lo largo de su prolífica carrera. El artista tiene 4 hijos: Iván González, que es actor; Yaco, su representante; Mario, que es abogado y Lucía, que vive en Milan. En julio de 2021 falleció su esposa, Teresa Sainz de los Terreros, con quien estuvo casado durante 49 años.
