La fecha de su cumpleaños, la real, afirma que Herbert Lemos de Sousa Vianna nació el 4 de mayo de 1961 en la ciudad de João Pessoa, Paraíba, Brasil, y está cumpliendo 62 años. Sin embargo, hay otra fecha, el 4 de febrero de 2001, que es fundamental en su vida porque es ni más ni menos que el día en que el músico volvió de la muerte.
O, mejor dicho, el día en que el líder del grupo brasileño Os Paralamas no se mató de milagro luego de que el avión ultraligero que piloteaba se precipitara al mar frente a la bahía Angra dos Reis, Río de Janeiro. Su esposa Lucy, quien lo acompañaba en el vuelo y con quien tuvo tres hijos, no tuvo su suerte y murió en el impacto.
Y ese era el camino que parecía inexorable para Herbert Vianna, quien fue trasladado al hospital casi sin signos vitales. Y lo que hace increíble su historia es que los recuperó. Y cuando nadie pensaba que se despertaría del coma, se despertó. Y cuando nadie creía que sería posible que volviera a cantar y tocar la guitarra, un día volvió a hacerlo. “Es un milagro inexplicable”, califica Herbert Vianna a su increíble historia.
Herbert Vianna: graves heridas, graves secuelas y una milagrosa recuperación
Tras el accidente, el cuadro era dramático y no solo porque la británica Lucy Needham, esposa de Herbert con quien hablaba casi siempre en inglés -poquísimas palabras en portugués-, había muerto. Vianna presentaba múltiples fracturas expuestas y vértebras fuera de posición, con un daño medular severo e irreparable. Pero, además, había perdido mucha masa encefálica por el impacto, lo que le generó convulsiones y lo puso en estado inconsciente.
Los médicos hicieron las curaciones e intervenciones quirúrgicas que podían hacer sobre un cerebro y un cuerpo muy averiado, y el resto era esperar… esperar a que se muera, porque tenía un pronóstico de sobrevida del 10%.
El diagnóstico, sí, tenía un pronóstico definitivo: Vianna no volvería a caminar porque el daño que había sufrido en su espina dorsal lo había dejado parapléjico. Luego de los 44 días de internación comenzó una dura rehabilitación que incluyó ejercicios físicos y cognitivos, tanto como una reconstrucción psicológica.
Herbert Vianna: la vuelta a la vida musical
Aunque Os Paralamas existían como banda de rock desde 1982, recién se hicieron conocidos en la Argentina en la década siguiente, mientras la economía brasileña se devaluaba y la de este país gozaba de sus pomposos tiempos de la convertibilidad y el 1 a 1.
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En aquellos años 90, el trío brasileño liderado por Herbert Vianna se metió de lleno en la juventud argenta, fue música tanto de boliche como también parte del carnaval carioca en los casamientos. Algunas eran canciones con un fuerte contenido social que valía la pena traducir al español, como su famosísima “Inundados” que, sin perder el ritmo carioca, retrataba crudamente la pobreza de Río:
“Y la ciudad, con sus brazos abiertos de tarjeta postal; con los puños cerrados a la vida real, les niega oportunidad, les muestra el rostro duro del mar”, decía una parte de esa canción que se conoció en portugués y en español.
Buena parte del mes y medio que estuvo internado, lo pasó en coma, al borde de la muerte. Pero despertó y comenzó a recuperar el habla con mucho esfuerzo aunque la situación no daba para festejos: Herbert había perdido prácticamente la memoria (no recordaba quién era ni siquiera a sus hijos). Tampoco hablaba en portugués. Sólo se comunicaba en inglés y la explicación tenía que ver con que a la única persona que recordaba era a Lucy, su esposa, de la que aún desconocía que había muerto.
Y precisamente la música fue también importante en la recuperación de Herbert dado que entre sus recuerdos empezaron a aparecer decenas de canciones de sus artistas favoritos, como Los Beatles, U2 y los argentinos Charly García y Fito Páez que, además, eran sus amigos.
Junto con sus socios de Os Paralamas, Bi Ribeiro (bajo) y João Barone (batería), poco más de un año después del accidente volvió a tocar en su casa primero, en la sala de ensayo después. Incluso se animó a volver a componer. La música lo ayudaba a sanar sus heridas físicas y el dolor interno que le provocaba el asumir la muerte de su esposa.
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Volvió a presentarse en vivo como invitado de Fito Páez en un show en Río de Janeiro en octubre de 2002, 18 meses después de haber vuelto de la muerte. Cantaron juntos “Track Track”, la canción del argentino que Os Paralamas grabó y popularizó en Brasil. Hubo tantos aplausos como lágrimas de emoción, el renacer de Herbert Vianna era un hecho.
Desde entonces, con Os Paralamas publicó cuatro discos de estudio (aunque el primero, en 2002, estaba grabado desde antes del accidente) y otros tres en vivo. Y también editó “Victoria”, su único trabajo solista en estos años, en los que también, además de conciertos, dedicó su vida a dar charlas motivacionales sobre cómo atravesar y superar una crisis como la que él sufrió.