Carlos Gardel y Alfredo Le Pera conformaron una dupla formidable en la historia del tango. El legendario poeta compuso muchas de las mejores canciones a las que el Zorzal Criollo le puso voz y redactó los guiones de las películas más exitosas que protagonizó el cantor. Por eso, Le Pera estuvo siempre a la sombra de su compañero, que fue la cara visible de la pareja. Y eso no cambió ni siquiera el día de su muerte.
Tras la fatídica tragedia aérea que ocurrió el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, las tapas de los diarios y los programas radiales anunciaron con tristeza que Carlos Gardel había muerto. Sin embargo, no fue la única víctima fatal. Entre las 17 personas que perdieron la vida, estaba Alfredo Le Pera. Otra vez, relegado a un segundo plano.
No por haber tenido menos visibilidad fue menos responsable de los logros que consiguió esa breve y fructífera asociación entre ambos, que se extendió durante apenas poco más de tres años. Sin ir más lejos, escribió las letras de tangos históricos como “El día que me quieras”, “Volver”, “Mi Buenos Aires querido”, “Cuesta abajo”, “Silencio” y “Por una cabeza”, que musicalizó la mítica escena de la película “Perfume de Mujer”, que le dio a Al Pacino su único Premio Oscar.
Alfredo Le Pera: su vida antes del éxito junto a Carlos Gardel
Hijo de María Sorrentino Moreno y Alfonso Francisco de Paula Le Pera, oriundos del sur de Italia, Alfredo le Pera nació el 7 de junio de 1900 en San Pablo, Brasil. Pocos meses después, su familia se instaló en el barrio porteño de San Cristóbal. Cursó los estudios primarios en la Escuela Gervasio de Posadas, mientras que el secundario lo hizo en el Nacional Bernardino Rivadavia.
Durante su adolescencia, fue clave su relación con uno de sus profesores Vicente Martínez Cuitiño, quien reconoció de inmediato sus talento con la poesía y lo adentró en el mundo de la literatura, donde se vinculó con autores de la talla de José Ingenieros, Alberto Vacarezza y José De Maturana.
Cursó cuatro años en la Facultad de Medicina, pero la abandonó antes de graduarse. En ese tiempo, comenzó a trabajar en diarios, revistas y semanarios. Poco a poco, fue especializándose en el periodismo teatral, hasta convertirse en un reconocido crítico, caracterizado por un humor ácido y sin filtro.
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En su libro “Mi historia la escribo yo”, el actor Tomás Simari aseguró haber sido el responsable del primer encuentro entre Le Pera y Gardel: “Corría el año 1923. Tenía para mi administración a un jovencito reconcentrado y muy inteligente, que mientras llenaba los bordereaux, escribía letrillas de tango. ¿Su nombre? Alfredo Le Pera. Representamos en tarde de lluvia torrencial, sobre chapas que captaban apenas el eco, El casamiento de Chichilo. Llegó Carlitos Gardel y así conoció en el Teatro de Verano al gran pibe Alfredo Le Pera”.
A pesar de ese fugaz encuentro, faltaba aún casi una década para que se formara la histórica dupla que representó un punto de inflexión en el tango.
Alfredo Le Pera: comienzo y final de la dupla con Carlos Gardel
En 1932 ambos coincidieron en París. Gardel estaba filmando una película en esa ciudad, mientras que Le Pera trabajaba en la sede francesa de Paramount, la reconocida compañía para la que subtitulaba películas del inglés y el francés al español y viceversa. En abril de ese año, Gardel y Le Pera se reunieron en un café parisino tras la insistencia del periodista Edmundo Guibourg, quien era amigo de ambos.
Entonces, comenzaron a trabajar juntos. Según acordaron, Le Pera quedaba a cargo de los argumentos y los guiones de las películas que protagonizaba el Zorzal Criollo, como así también de las canciones de cada obra. Su primera producción en conjunto fue la película “Espérame”, aunque su primer éxito llegó con “Melodía de arrabal”.
A fines de 1933, tras el lanzamiento del cortometraje “La casa es seria”, ambos se instalaron en Nueva York para comenzar con la grabación de “Cuesta Abajo”, que contó con la conocida canción “Mi Buenos Aires querido”. Le siguieron “El Tango Broadway”, “El día que me quieras” y “Tango bar”, su última película.
En pleno auge de la dupla, iniciaron una gira por Latinoamérica, que abarcaría Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Panamá, Cuba y México, para luego regresar a Nueva York y continuar con las producciones. No obstante, un trágico accidente aéreo en Medellín frustró sus planes y les puso punto final a sus vidas el 24 de junio de 1935.
Cómo fue la tragedia en la murieron Alfredo Le Pera y Carlos Gardel
Carlos Gardel había brindado un show en Bogotá. Junto con su equipo, dejó la capital de Colombia en un avión trimotor Ford F-31 de la empresa Servicio Aéreo Colombiano (SACO), que desvió su rumbo en el despegue y chocó contra otra aeronave que pertenecía a la empresa Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos (Scadta), que esperaba su turno de partida.
En total fueron 17 las víctimas fatales. Junto a Gardel estaban Guillermo Barbieri, Alfredo Le Pera, José Corpas Moreno, Alfonso Azzaf, Angel Domingo Riverol, el piloto Ernesto Samper Mendoza, el radio operador Willis Foster, Celedonio Palacios (empresario chileno) y Henry Swartz (promotor de espectáculos).
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Assaf y Riverol fueron atendidos, pero murieron días después. Al accidente sobrevivieron su guitarrista José María Aguilar, su secretario e intérprete de inglés, el catalán José Plaja, y un jefe de tráfico de la empresa Saco, Grant Flynn.