Los festivales de música tienen una energía única difícil de explicar pero muy fácil de disfrutar para los amantes de los shows en vivo. Estos fanáticos se convierten en los protagonistas de las mejores historias de pogo, aquellas que se cuentan hasta el cansancio y que pueden llegar a convertiste en un ritual.
Entre tantas de esas anécdotas hay una que cuenta la unión que se creó en estos últimos tres años entre Divididos y su público: un joven le entregó una sandía a Diego Arnedo en el Cosquín Rock del 2022 y el momento quedó marcado para los fans y hasta para la propia banda.
Leé también: La grilla del Cosquín Rock 2026: Babasónicos, Franz Ferdinand, Divididos, Fito Páez y más
El protagonista detrás de esa historia es Juan Eduardo Tello, un joven sanjuanino de 26 años que se le ocurrió llevar esta fruta para merendar con sus amigos en el festival cordobés. “A la media hora que llegamos al Cosquín se armó algo inesperado alrededor de la fruta. La gente estaba loca: gritaba ‘sandía, sandía’”, recordó él en su charla con La Viola.

El acceso del Cosquín no fue para nada fácil ya que en los controles les decían que no podían entrar con la sandía. Tal fue el recibimiento de los que asistían a la jornada que muchos de ellos se unieron con el objetivo de que la sandía pudiera entrar al predio.
Una vez que finalmente pudo entrar con sus amigos, Juan tomó una dedición que terminó de marcar el camino de esta anécdota. “Nos dio pena comerla con todo lo que nos costó. Dijimos ‘no la vamos a comer, se la vamos a ofrendar a algún músico’”, el elegido fue el bajista de Divididos y ese gesto auténtico selló una conexión inesperada con la banda.
Lo que pasó en ese show en el Cosquín Rock se repitió en las ediciones de 2023, 2024 y 2025. Incluso, Ricardo Mollo salió a tocar este año con una remera que tenía la ilustración de Arnedo con la sandía colgada al hombro. Posteriormente, todo el grupo se encontró con el sanjuanino y el cantante le regaló la prenda. “Fue ahí que me cayó la ficha de lo que había generado una sandía”, expresó Tello.
La historia del “chico sandía”
Juan tiene 26 años, es de San Juan y se dedica a la informática, pero desde 2022 es conocido como “el chico sandía”. Su vínculo con Divididos empezó en el 2013 cuando los vio en vivo por primera vez. “Recuerdo el poder de La Aplanadora, lo sentí desde el primer momento y después de ese show nunca más falté a un recital de ellos en San Juan”, contó para La Viola.

Además de la banda liderada por Mollo, su vínculo con la música viene desde la infancia, marcado por un hogar donde el rock sonaba fuerte. “Mi papá escuchaba mucho rock nacional e internacional. Tengo un recuerdo de tener una habitación donde mi papá guardaba una colección de discos y un reproductor de música. Había los Rolling Stones, de Divididos, Los Redondos y U2. Ahí empezó todo”, explicó.
Los shows en vivo también llegaron a su vida cuando Juan era chiquito: “Mi primer recital fue con mi papá a mis seis años, fui a ver un festival donde tocaba Turf, Babasónicos y Virus. Todavía recuerdo como si hubiera sido ayer”. El Cosquín apareció más tarde, pero rápidamente se volvió una cita ineludible: “Fue el primer festival al que fui. A partir del 2020 no falté nunca mas”.
En el 2022, Juan se había organizado con sus amigos de San Juan para ir a Córdoba: “Uno de los chicos de la banda es ingeniero agrónomo, trabajaba en un campo de sandías y se le ocurrió llevar para la estadía en Córdoba sandías para merendar y desayunar”.
El ritual de la sandía y un regalo de Divididos
Esta historia de pogo no nació para nada planificada, sino que surgió casi por casualidad, como suelen llegar las mejores anécdotas. La fruta que iban a comer en su merienda, pasó a ser un símbolo para los fans y Divididos.

“Cuando estábamos entrando al Cosquín, me la querían sacar. Yo medio que me hacía el zota para ir pasando los cordones de seguridad”, relató Juan. Pero el apoyo del público pudo más: “La gente se iba juntando al lado del cordón policial y empezaban a gritar: ‘vamos la sandía’, o ‘que pase la sandía’ Hasta que vino un coordinador y la pudo hacer pasar con la excusa de que era fruta’”.
Una vez que tomaron la decisión de no comerla y cuidarla para que sea una “ofrenda” para un músico, Juan tuvo que cargarla durante toda la jornada del festival. “Llevar una sandía durante todo el día es algo muy loco y cansador. El primer año por el mismo éxtasis no sentía nada pero me generó una lesión en la espalda. Igual eso no importa porque fuimos felices, además se genera algo lindo porque la gente demuestra muchas cosas hermosas”, aseguró él joven.

“Me sentía un famoso porque todos pedían fotos. Cuando llegó el momento de Divididos no tuve mejor idea que ofrendársela a Diego Arnedo. Él me hizo una seña de ‘después’. Me quedé esperando en el pogo y la gente cuidaba a la sandía como si fuera una bebé”, recordó con risas.
“Al terminar el show, Diego me pidió la sandía. Se la paso y ahí empezó el mito de la sandía que continúa hasta el día de hoy”, expresó Juan con orgullo por lo que generó. “En el 2023 me arriesgué a llevarla otra vez. Arnedo me reconoció y se la volví a pasar. Él me dijo ‘no te la podés olvidar más’ y así fue. Lo tomé como una responsabilidad”, aseguró Juan.

Este 2025 llegó el punto más alto de la historia: el sanjuanino pudo conocer a los integrantes de Divididos. “Nunca me creí que podía llegar a pasar eso”, admitió. El impacto fue total cuando vio a Ricardo Mollo usando la remera con la ilustración de Diego Arnedo sosteniendo la sandía. “En ese momento quedé en estado de shock y me cayó la ficha de lo que había generado el tema de la sandia”, comentó.
Sobre qué sintió con esta recepción de la banda, Juan respondió: “La verdad es que no me lo esperaba. Fue algo muy lindo, al principio me daba vergüenza pero a medida que pasaba el tiempo me daba cuenta de que a la gente le alegraba y hasta se hizo viral. Generó algo bueno y estoy orgulloso de eso”.
Por ahora, Juan no sabe si podrá estar presente en la edición 2026 del Cosquín Rock por motivos personales. “Esperemos que la sandía pueda ser protagonista nuevamente. Siempre hay que llevarla. El día que toque Divididos la sandía va a estar presente en el Cosquín”, dijo sobre este ritual que ya adoptaron otros fanáticos de la Aplanadora del rock.



