“Fue un año pero parecieron cinco”, me dice Dillom sentado en una butaca de las oficinas de Bohemian Groove, el sello desde donde craneó y llevó a cabo la toma de la industria durante los últimos 15 meses, desde el lanzamiento del genial Post Mortem hasta esta despedida de la gira que lo fuerza (con gusto) a pasar de página y planear el futuro inmediato. En el camino: recorrida mundial, debut en el Luna Park y el Arena de Buenos Aires (agotados en horas) y amigos nuevos como Andrés Calamaro, Fito Páez y Miranda!. Bocha de cosas para un pibe de 22 años que se hizo a los golpes y ahora está en un plan más relajado.
Para encontrar el gen de la conexión entre Dillom y su público hay que remontarse a febrero de 2022, cuando el coronavirus todavía era una amenaza y la realización de un evento multitudinario como el Cosquín Rock se convertía en el foco principal de atención. Un domingo a la noche, en una carpa alternativa del festival, salió al escenario con la Post Mortem Band (una máquina de rockear) y se chocó con la realidad de frente: miles de personas, con banderas de Los Piojos y los Redondos, cantando sus canciones. Ahí pasaba algo.
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Esa sensación la reconfirmó semanas después, en Lollapalooza Argentina, donde tenía que tocar de día y la reprogramación de horarios por la baja de C. Tangana lo benefició dándole un show nocturno ante casi 50 mil personas. Esa tarde hablamos en el backstage y flasheaba con la posibilidad de encontrarse con esa marea de gente. “Fue el primer indicio de que se estaba armando una; A la mierda, la gente está manija de ver el show”, me cuenta ahora.
Dillom llevó su personaje al máximo en los próximos meses y convirtió sus recitales en una caravana fúnebre, con muchos pibes usando remeras manchadas con sangre, un ataúd en el escenario y el lanzamiento de un cuerpo envuelto a las masas. Fue reactivo y chocante, con impacto para el adentro y el afuera. El show para ver en 2022.
-¿Qué creés que estaba dormido y se despertó con Post Mortem?
-El disco salió bastante bien por lo en bolas que estábamos nosotros. Mucha gente se sorprendió. Yo venía haciendo otro tipo de música, más desde el humor, y mucha gente desconocía el potencial que tenía para ofrecer. Eso llamó la atención. Ahora no estoy cajeteando con que no voy a poder superarlo, siento que muy tranquilamente lo voy a poder hacer.
Qué hay detrás de “Ola de suicidios”, su nuevo single
Después de casi 500 días, Dillom volvió al ruedo con “Ola de suicidios”, un punk en el que recapitula “todo lo que me venía pasando”. Fiel al estilo (y atento a lo que se dice de él) dispara en diferente direcciones y parodia la esencia Pomelo del rockstar con Andrés Calamaro invitado en el clip. “Es un single para pasar el rato, después vendrán otras cosas”, adelanta.
La canción -como todo lo que hace- generó controversia, amores y odios por igual. “Hubo mucho público rockero vieja escuela que me dijeron ‘esto no es punk, esto no es rock’ y creo que no me pasaba desde la Bizarrap Session. Creo que fue un buen indicio, un ‘es por acá’”.
-La intención de provocar es una constante en tus canciones.
-Creo que ahí es donde está lo divertido. Lo peor de todo es pasar desapercibido, después la gente lo puede amar u odiar, pero siempre mi intención es provocar emociones fuertes en la gente.
-¿Cómo se hace para seguir siendo provocador cuando tenes miles de personas que te siguen y el visto bueno de referentes con Calamaro y Fito?
.Siempre encuentro algo contra qué rebelarme y si no, me lo invento.