Lo dijo ella, no lo escribo yo: “Lo difícil va a ser titular esta nota porque soy tantas cosas que creo que cualquier título se queda a medio camino”. Cuando Soledad Pastorutti mencionó esta frase, asentí con la cabeza. Es cierto. Qué complejo resulta definirla. Al punto tal que desistí de buscar adjetivos que la describan. Creo que los hechos hablan por sí solos.
Tras décadas de carrera y arduo trabajo diario, Soledad no para y parece que no conoce otra forma de vivir. Un 2022 atravesado por proyectos eclécticos y desafiantes como ser jurado de uno de los concursos de canto más importantes de la televisión argentina, componer su próximo disco, unirse a artistas de diversos estilos para hacer música y preparar su tercer estadio Arena de Buenos Aires para el 29 de octubre.
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Faltan pocos minutos para encontrarme con ella. Me anoto algunas preguntas mientras la observo responder a unos colegas ante un estadio vacío, el mismo que en poco más de un mes se encargará de hacer vibrar. Llega el momento de acercarme y no sé muy bien qué pasa, pero cuando la veo guardo las anotaciones en el bolsillo; con La Sole la charla fluye, es frente a frente y mirándonos a los ojos.
-¿Cómo estás?
-Estoy feliz, mejor que nunca. Creo que la pandemia y todo ese freno sirvió para recargarme y para re-versionarme también. Hoy estoy disfrutando de este presente tan lindo, lleno de trabajo y proyectos nuevos.
-Muchas cosas, ¿no?
-¡Demasiadas! Pero así soy desde chica. Yo siempre trabajé, trabajé y trabajé. Siempre estoy con la mente alerta y en actividad. Y eso me gusta mucho. De hecho, el show que se viene tiene ver con eso: activo, vertiginoso y muy atractivo.
-Hablemos de este show, tu regreso al Arena por tercer año consecutivo... ¿qué se viene?
-Es un espectáculo muy diferente y nuevo, incluso para los que ya me vieron en otras oportunidades. Soy una persona muy respetuosa de los hits, así que los éxitos van a estar porque sé que a la gente le gustan. Y también se vienen cosas nuevas, como invitados y una banda increíble. Me encanta que la gente baile, se divierta y la pase bien. Me siento una anfitriona cuando hago mis espectáculos y quiero que todos disfruten.
-¿Qué te gustaría que la gente sienta o diga cuando salga de este show?
-Lo que siento es que si vos le preguntás al público argentino si conocen a La Sole, la mayoría probablemente te responderá que sí. Es cierto que soy un personaje que está hace tiempo y fui parte del cine, la televisión y la música, ni hablar. Entonces, sienten que me conocen hace mucho. Pero yo tengo la sensación de que no me conocen del todo. Creo yo que, después de este show, se van a ir sintiendo que me conocen más y sorprendidos porque no sabían que existía esta Soledad.
-¿Cómo es esta Sole que todavía no conocemos o vimos tanto?
-Una Sole que se deja llevar con la libertad que le permite la música. Este año digo que es de permitidos musicales porque hice canciones nuevas con artistas que no había trabajado antes como “Lagrimas y Flores” con Natalie Pérez, “Yo no te pido la luna” junto a MYA y ahora una hermosa colaboración llamada “Quiero Todo” con mis queridas Lali Espósito y Natalia Oreiro. Siento que la música es un lugar de encuentros maravilloso. Es un lugar para compartir y se trata de eso: sentir, compartir y disfrutar.
Con los años encontré que lo mejor que le puede pasar a una persona, y sobre todo a un artista, es ser honesto con lo que quiere ser. A veces uno se queda en un lugar porque alguien dice. En mi caso, a veces comparan como era antes y como soy ahora. Yo la verdad es que siento que tengo que ser yo más que nunca.
-Hablando de permitidos, ¿con qué soñás?
-La verdad es que nunca me puse límites a la hora de soñar y, a la vez, nunca pensé que iba a pasar todo lo que pasó. A medida que fui visualizando las cosas, se fueron cumpliendo. Soñar no cuesta nada (se ríe) y la verdad es que sueño con un montón de cosas. Trabajo para que la música nacional folklórica sea vista como una música interesante en todos los sentidos y quiero llevarla a todos lados. Mi gran desafío es, salvando las distancias y las historias, hacer lo que hizo, por ejemplo, Shanaia Twain en su país. Una mujer que salió del country y que su trabajo no tiene nada que envidiarle a otro artista o género. Trabajo para eso. El tiempo lo dirá.