Los Espíritus tienen nuevo disco y eso es una buena noticia. Presentado, en principio, como cuatro EPs con sonido distintivo y diferentes narradores (Enrique Symns, Ruso Verea), Sancocho Stereo se materializó después de un trabajo a distancia en pandemia, con audios de invitados cayendo desde alrededor del mundo y un espíritu lúdico que terminó confluyendo en un disco que suena fuerte y directo y que le otorga una nueva vuelta de tuercas al trabajo de una de las mejores bandas surgidas en la última década en el país.
“La idea fue hacer un programa radial, con presentadores, y que esa mezcla sea como un guiso”, le cuenta Maxi Prietto a La Viola sobre el origen colombiano del nombre del álbum, del que participan luminarias como Gustavo Santaolalla, Daniel Melingo, Carca y Huaira. El disco presenta canciones originales, reversiones de Vox Dei y Bob Dylan y hasta un remix de clave dub de Scientist. “Fue un proceso de un año y medio en que el ahora se rescata lo mejor”.
-¿Hubo un cambio las canciones después de estar mandándose audios por wetransfer y poder sentirlo vivo en la sala?
-El primer capítulo del EP se llama Canciones por correo por esto mismo. La primera vez que nos juntamos, cuando se abrió la tranquera como dice Melingo, salió “Buscando la Luz” en una primera toma. El tema lo compuse unos días antes y esa toma fue la que quedó grabada. Se escucha en vivo, caliente, músicos muy guardados que de pronto se juntaron y generaron esa energía. Tiene un poco de ese proceso: audios a la distancia, colaboraciones y salvajismo en un álbum atípico.
-Ante la imposibilidad de viajar, encontraron una conexión en países con los que tienen una afinidad musical.
-En una primera instancia, compartir tenía un valor extra y generaba un entretenimiento porque estábamos todos guardados en esta situación particular, jodida y dolorosa. La idea fue una especie de gira desde nuestro estudio con artistas que conocimos a lo largo de estos años.
-El proceso de trabajo en etapas hace que quede un disco ecléctico, entre el rock and roll pesado y la psicodelia.
-Hace tiempo que hablamos de hacer un disco variado, no solo en estilos sino en sonidos. Es muy difícil lograr eso porque cuando estás en tu estudio, solés ir a los lugares que sabés que te gustan. Es muy difícil equivocarte a propósito. Al ser en diferentes situaciones, con audios que llegaban desde el mundo en distintas calidades, se dio esta mixtura, sumado a que cada capítulo tiene una identidad. Cuando hicimos “Días de blues”, está Carca, versionamos a Vox Dei, los temas son más pesados, oscuros y ahora eso convive con otros temas. Es una montaña rusa, un viaje.
-Versionan a Bob Dylan con “It’s All Good” de un disco (Together Through Life, de 2009) que no está dentro del canon clásico. ¿por qué decidieron ir por ese camino?
-Es totalmente adrede porque siempre que hablamos de Dylan no lo hacemos solo de los discos que nos encantan -como Bringing It All Back Home, Blood on the Tracks, Blonde on Blonde- lo que más nos gusta es que hoy sigue haciendo obra y cada disco nuevo es un discazo. Queríamos buscar algo nuevo para reivindicar a Dylan como artista vigente que sigue creando.
-¿Hay una intencionalidad por copiar esa modalidad dentro de los Espíritus? Que esta obra los siga representando pero que en diez años se vea una evolución.
-La vida del músico es errante y constante. Hay que trabajar en el estudio y en el vivo más allá del tamaño del escenario. Alguien como Dylan, que está en un lugar del olimpo y no para de trabajar, nos inspira a subir a un escenario y tocar para quien sea.
*Los Espíritus tocan el 10 de diciembre en el Teatro Gran Rex.