Si pensamos en los más grandes de cada disciplina artística, sin dudas, pensamos en Charly García, figura máxima de la historia del rock argentina, y en Julio Bocca, como el hombre que llevó la danza clásica argentina al punto de más alta de excelencia, también como el artista que le dio popularidad local al ballet y quién le dio visibilidad internacional al talento argentino en las compañías más prestigiosas del mundo.
A pesar de su condición de leyenda viva de la danza clásica, Julio Bocca no sólo bailó los títulos clásicos del ballet. Como otros grandes bailarines del mundo, también interpretó otros ritmos y estableció relaciones artísticas por fuera de los teatros líricos. Así fue como, Bocca coincidió con Charly García bajo una convocatoria de Celeste Carballo para el disco “Chocolate Inglés”, que la cantante también produjo.
Para muchos, se trata del disco más logrado de su carrera musical, en el que incluyó una versión del clásico tango de Carlos Gardel y Alfredo Lepera, “El día que me quieras”. Charly García se hizo cargo de los teclados y Julio Bocca se convirtió en el protagonista del videoclip. El disco no pasó desapercibido ni para el público ni para la industria y, entre otros premios, se llevó el Premio ACE, que entrega la Asociación Cronistas del Espectáculo, al mejor disco de Rock del año.
Julio Bocca y su tributo al rock nacional
Junto a su Ballet Argentino, Julio Bocca estrenó en el Luna Park un espectáculo con programa mixto en el que interpretaba “Carnaval de los animales”, con música de Camile Sait –Saëns y coreografía de Oscar Araiz, para luego dar un giro de 180 grados y sorprender con “Bocca rock”. Allí convivían cuadros con música de varios autores y coreógrafos, entre otros Ricky Pashkus e Inés Sanguinetti. Se trató de una apuesta audaz y lujosa, ya que tenía escenografía de Alberto Negrín y vestuario de Renata Schussheim.
“Bocca rock” fue una iniciativa del propio Julio, quién quiso rendirle un homenaje al rock nacional, pero con una vuelta de tuerca propia de su talento, ya que los clásicos del rock fueron bailados sin que se viera los pasos propios del rock. Sonaron “La balsa”, de Litto Nebbia, “Estoy tocando fondo”, de Mavy Díaz, “Jardín de gente”, y “Muchacha ojos de papel”, ambas de Luis Alberto Spinetta, “Wadu Wadu”, de Virus y un poderoso bloque firmado por Charly García. Comenzaba con “fantasma de Canterville”(de los tiempos de PorSuiGieco), “Rasguña las piedras, clásico de Sui Generis, y “Los dinosaurios”, obra cumbre de García, con el libraban de fondo una sensual “batalla cuerpo a cuerpo”, Inés Sanguinetti y Julio Bocca.
Allí no faltó el clásico “No voy en tren, voy en avión” y una apertura para poner la piel de gallina cuando en el estadio sonó el Himno Nacional, en la versión de Charly García. Después apareció Julio Bocca y se hizo la danza. Rock, fútbol, ballet reunidos en un mismo lugar y durante una misma noche en la que las pasiones se dieron la mano.
