Ismael Serrano nos sumerge en su cancionero popular y reflexivo desde 1997, cuando editó su primer álbum Atrapados en Azul. En ese disco incluyó una canción que rápidamente se volvió un himno generacional, “Papá cuéntame otra vez”, y con la que se convirtió en uno de los cantautores más importantes de España.
Con sus letras, recorrió todo el continente europeo y giró también por Latinoamérica. Hoy, refugiado en su rincón madrileño desde donde comparte temas a través de su teléfono a sus más de 100 mil seguidores, nos invita a pensar en la realidad que vivimos por el avance del coronavirus.
// Ismael Serrano: "Busco un costado actoral sobre el escenario"
El artista afirma que la pandemia expone las desigualdades de la sociedad: "Mientras unos muestran su cuarentena brindando en los jardines de sus casas o viendo series, otros la pasan hacinados sin pisos y sin acceso a Internet".
- ¿En qué momento tomaste la decisión de hacer shows por streaming?
- Surge ante la necesidad de contribuir a las redes de solidaridad que se están tejiendo ante la tragedia. Cantamos para sentirnos menos solos y ahora más que nunca es necesario saberse acompañado ante la adversidad.
- Escuchar canciones es una gran manera de sentirse menos solo, ¿no?
- Las canciones también sirven de testimonio de esa vida que ha quedado congelada por las cuarentenas y que algún día recuperaremos. Nos hablan de esas pequeñas cosas que están en lo cotidiano, que encierran una poesía que no siempre somos capaces de ver y que ahora parecen lejanas. Todas esas cosas: nuestros amores, nuestros desamores, nuestros sueños, nuestros viajes, nuestros planes, volverán. Todo esto pasará.
- Vivís en una zona muy afectada. ¿Cómo es la cotidianidad ahí?
- La cotidianidad consiste en llenar las horas de pequeños planes para combatir el aburrimiento, el desánimo y el miedo. Más aún con una niña pequeña que de repente ve como todas sus rutinas se van al traste y no puede salir a la calle. Así que se impone ser creativo y apelar a la imaginación. Y entender que esto algún día terminará y recuperaremos nuestras vidas. Aunque seremos otros habremos aprendido algo.
- ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando empezó a suspenderse todo?
- Nadie podía prever la dimensión de la tragedia. Poco a poco los plazos se fueron extendiendo hasta que entendimos que era absurdo ponerle una fecha límite al encierro. Día a día. O como diría el Cholo Simone: partido a partido.
-Esto también provoca una gran perdida de trabajo para todos los que son parte del sector de la música..
- Va a suponer un golpe muy grande para nuestro sector. Cuando acabe la cuarentena tendrá que terminar el miedo y pasará algún tiempo, me temo, hasta que se normalice la vida cultural y las agendas de espectáculos. Estamos todos en estado de shock. Nos tocará como a tantos trabajadores apretarnos el cinturón y esperar a que la tormenta pase.
- ¿Qué te genera el coronavirus? ¿Miedo? ¿Tristeza? ¿Un poco de paranoia?
- Miedo, tristeza, ansiedad. No me gusta romantizar esto del encierro. Es algo muy duro. Y revela las desigualdades en las que vivimos: mientras unos muestran su cuarentena brindando en los jardines de sus casas o viendo series otros la pasan hacinados sin pisos y sin acceso a Internet.
- ¿Y qué deja en evidencia?
- La necesidad de un Estado que ampare y proteja. Las leyes del mercado de poco van a servir para salir de esta: hay que cuidar el bien común y apostar por la Sanidad Pública. Cuidar a sus profesionales, gestionar una red eficiente que atienda a todos debe ser una prioridad de los gobiernos.
