Germán Tripel y Florencia Otero son una de las parejas más queridas del ambiente artístico. Nunca tuvieron un escándalo. Se conocieron, se enamoraron y desde allí encararon un sueño interminable.
Suena raro, pero es real. Aman estar todo el tiempo juntos. No se cansan. Cada momento compartido es de inspiración. Ya son padres de Nina, de tres años y tienen muchas ganas de seguir escribiendo en esta historia de amor que parece de película.
En diálogo con La Viola, el ex Mambrú habló del hermoso paso que tuvieron por Nueva York, donde se instalaron para estudiar comedia musical en la academia GO Broadway. Otro logro que, sin dudas, marcó la carrera de ambos.
- ¿Cómo vivieron la experiencia de estar en GO Broadway?
- Fue fantástico para nosotros. Es un sueño hecho realidad empezar a abrir las puertas de Broadway, generar contactos y hacer cosas nuevas en el teatro musical. Estuvimos tomando clases de canto, fue todo maravilloso. Fuimos a un curso cortito y se empezaron a abrir puertas, vamos a volver. Queremos seguir estudiando, trabajar y ver cómo sigue todo. Nos dejó una sensación hermosa. Estamos agradecidos con GO Broadway.
- También hicieron shows y conocieron gente con otra cultura. ¿Cómo se tomaron las presentaciones?
- Nos fue bárbaro. Les llamó la atención que no era su idioma, les encantó. Se generó algo muy lindo cuando, por ejemplo, cantamos un tema de Charly García.
- Nina, su hijita de tres años, también aprovechó para estudiar en Estados Unidos...
- Sí, tomó clases de danza y música. Nos fuimos con la niñera y la pasamos bárbaro. Ella es chiquita y teníamos que buscarle actividades donde no se aburriera. Estuvo interactuando con otros niños y al final recorrió más ella que nosotros.
- ¿Cómo es trabajar con Flor? Está ese mito de que compartir todo el tiempo con la pareja es agotador...
- Con Flor sale todo natural. Tuvimos mucha suerte. Nos conocimos trabajando y nos enamoramos. Proyectamos cosas juntos y es sorprendente. Es un privilegio para nosotros. Mientras más nos vemos mejor nos llevamos. Estamos acostumbrados.
- ¿Te cuesta despegarte de Tripa de Mambrú?
- Mambrú fue mi acceso al arte que desde otro lugar no lo hubiera tenido. Me sorprende que se sigan acordando. Pasaron casi 17 años. No me molesta y me amigué con el tema. En su momento la pasé mal porque pensaba que no veían el resto. Lo que prevalece es el talento y si me recuerdan como Mambrú, bienvenido sea. No me arrepiento de todo lo que hice.
- ¿Seguís cantando las canciones de la banda?
- Cuando se da la onda y la gente se copa capaz hago algún pedacito de algún tema. Las fans a veces vienen con sus hijos. Como también trabajé en Violeta y Soy Luna me ubican de ahí los niños. Está buenísimo. me gusta. La que siempre piden es "A veces".
- ¿Qué tienen pensado para este 2018 con respecto a Flower Trip?
- Estamos esperando que se terminen de grabar los últimos temas del disco. Vamos a seguir tocando y esperamos que lo nuevo salga pronto. Tendría que estar para fines de este mes, pero veremos qué pasa. Queremos sacarlo ya y mover la banda. Queremos salir un poco del cover y que conozcan nuestros temas.
- ¿Es fácil componer en pareja?
- Componer con ella sale naturalmente, trabajamos juntos y estar así nos inspira. Es normal. Me encanta todo lo que propone Flor. Somos dos personas que respiran música. Tenemos la guitarra, todos nuestros familiares son músicos. En casa tenemos piano. Lo raro sería no hacer música y no estar componiendo.
- Muchos se sorprendieron el día que Marilyn Manson cantó con ustedes en el Hotel Faena...
- Fue muy fuerte. Nos había pasado con otros músicos, pero lo de Manson fue especial. Nunca lo esperamos. Él es rarísimo y fue genial. Estábamos cantando "Sweet dreams" y él dijo "ese es mi tema". Se quedó cantando otras canciones también. Está buenísimo para nosotros cuando ocurren esas cosas.
- ¿Qué se viene para Flor y Tripa en los próximos meses?
- Vamos a estrenar "El Violinista sobre el tejado" el 20 de abril, en el Astral. Seguimos tocando en el Faena y esperando que salga el disco. Queremos cranear una obra también. Estamos con muchas ganas y entusiasmo.