Federico Moura atesora una cajita con cosas que pertenecieron a su tío. Tiene fotos, púas, anillos, algunos regalos de los fans y, en especial, una muñequera de cuero con hebillas. "Debe ser de la época de Agujero Interior. Cada vez que tengo la posibilidad de cantar sus canciones me la pongo", destacó.
La genética no falla. En este Federico hay mucho del otro. Él no se da cuenta, pero la gente se lo hace saber: " La manera de caminar, el perfil, y la forma de cantar. Para muchos verme es evocarlo. Lo siento como una responsabilidad pero, sobre todo, como un homenaje".
Federico Moura, el otro, fue una figura clave dentro del rock nacional de los ‘80. Seductor, carismático, elegante, nuestro David Bowie le dio a la propuesta nacional un toque de glamour. Virus marcó con su sonido e imagen al rock nacional post Guerra de Malvinas. Al principio rechazado: los pelos cortos y las canciones rápidas del mundo del punk y la new wave no iban con la música del momento. Con el tiempo, el grupo encontró su lugar gracias a las letras ingeniosas (“A la vida hay que hacerle el amor” o “Soy moderno, no fumo”) y sus melodías perfectas. Discos como El agujero interior (1983), Relax (1984) y Locura (1985) dejaron en claro la nueva propuesta.
"Él era mágico. Tenía un imán. Cuando entraba a un lugar, te cautivaba sin hablar. Soy muy fan de su música. Cuando lo saludaba en los camarines me preguntaba si me había gustado el show".
// Federico Moura en "Soy lo que soy"
Este Federico sintió esa energía desde muy chico. Su primera experiencia con Virus fue en un show por el día de la primavera, en 1980, en un recital en el Country de Estudiantes de La Plata. No se separó ni un minuto del sonidista, el magnetismo había empezado. También acompañó el primer final. Sin saberlo, estuvo en el último que Federico dio con la banda en el Teatro Fénix de Flores. "Yo justo tocaba con mi grupo. Le pedí el pedal a mi tío Julio, pero no me lo podía dar porque tocaba. Me dijo que lo pasara a buscar después del recital. Esa fue la última vez que lo vi cantando".
"Él era muy elegante, dejaba la escena en las partes instrumentales, y yo tengo cosas ya que lo viví muy de cerca. Son varios los condimentos que hacen a un artista. El tenía todos: el arte, la música y la ropa, entre otros. Las influencias no solo pasan por un pentagrama, sino por la imagen que vos ves de los ídolos".
Viralisados es un proyecto que nació con la idea de recordar las canciones del grupo formado en La Plata. "Un productor que trabajó con Mario Serra, ex Virus, lo invitó a tocar algunos temas de la banda. Yo ya había grabado con él y cuando me sumé interesó más el proyecto. Después lo sumamos a Ricardo Serra, su hermano y guitarrista, que formó parte de Virus en los tres primeros discos".
Disfruta cada vez que interpreta los éxitos de Virus, sabe que es una manera de mantener despierta la magia. "Las viví desde muy chico. Me sale de forma natural. Metimos dos hits de cada disco y algunas rarezas, como canciones de la primera época que no sonaron mucho en vivo. También estamos presentando un tema inédito 'Inolvidable Fede', en homenaje a mi tío".
Ambivalente, rápido, parodójico y fugaz. Algunas sensaciones para explicar la estética que en ese tiempo impuso la banda. Polaroid de los '80.
* Viralisados, 17 de junio ND Teatro
Superficies de placer
Toda mi pasión se elevará viéndote actuar
tan sugerente
lejos de sufrir mi soledad uso mi flash
capto impresiones.
Me adueño así superficies de placer
dejo crecer mi tremenda timidez.
Gozo entregándote al sol
dándote un rol ambivalente.
Puedo espiar sin discreción
como un voyeur en vacaciones.
