Expulsados tiene más de dos décadas de historia. Formado en Banfield, el grupo publicó varios discos, se presentó en importantes escenarios y tocó junto a dos exintegrantes de los Ramones, CJ y Marky.
Suicidas y sicarios es su nuevo álbum. "Es un disco de punk rock. Tiene la comedia y la tragedia que experimentamos desde su gestación hasta terminarlo", definió su cantante Sebastián Expulsado a La Viola.
Con la incorporación de Sikus Expulsado (ex integrante de Jóvenes Pordioseros) en bajo el grupo se está presentando por distintos escenarios. Esta noche será el turno del Teatro Flores.
La Viola: ¿Qué nos podés contar del primer corte "Cien números?
SE: Es una canción que trata sobre cómo uno se obsesiona cuando lo que quiere le es difícil de alcanzar. Por lo general, al obtenerse, no es lo que se esperaba, no coincide la fantasía que fue creciendo en la mente durante la búsqueda. Nunca es suficiente.
LV: ¿Cómo fue el trabajo en el estudio?
SE: La mayor parte del disco la grabamos en nuestra sala que es donde nació y fue creciendo Expulsados. A pesar de estar en nuestro lugar, se ensayó mucho como para comenzar a grabar, sabiendo lo que ibamos a hacer.
LV: El punk siempre tuvo un mensaje específico ligado a lo social ¿Cuál es el mensaje que podemos encontrar en Expulsados?
SE: Nuestras canciones tienen mucho de vivencias y sueños. Lo real, en ocaciones, se escribe en forma de metáfora. Lo que contamos sale de uno y no pretende convencer ni bajar línea de ningún tipo. Hablamos con nuestra realidad sin entrar en terrenos donde otras bandas acceden sin saber y sin tener en cuenta la responsabilidad que implica el llegar a otros.
LV: Ramones es uno de los grupos que marcó a la banda ¿Cómo fue conocer y trabajar con dos de sus integrantes CJ y Marky?
SE: Fue un honor ser convocado a girar y compartir escenario con ellos. Ramones creo el estilo de música que hacemos y nunca hubiera imaginado todo lo que me pasó. Como experiencia aprendí un montón y nunca me defraudaron como personas. Los dos son muy profesionales en lo que hacen. Sin vueltas ni egos desmedidos.
Con Marky pasé mucho tiempo cantando canciones de los Ramones y llegamos a grabar un simple en Europa con dos canciones, una de las cuales canto Joan Jett. Fueron varias giras largas. Cuando empecé a sentir que estaba dejando marchitar la banda, que era mi historia, lo manifesté con todo el respeto posible. No hubo enojos ni discusiones. Un final feliz. Tuve la oportunidad de conocer el mundo.
LV: ¿Cómo encontras la escena punk local?
SE: Está muy diversificada. El punk lleva muchos años como estilo musical en el país y la ramificación que tuvo fue inmensa. Hay muy buenas bandas. Los espacios para hacerse escuchar no son muchos. La sobreinformación que hay hace que internet no sea el medio ideal para que una banda que recién comienza puedan difundirse. Las radios tienen sus pautas y son pocas las que intentan reflejar el estado del arte. Muchos de los lugares para tocar se abusan de los grupos que no tienen experiencia o no tienen mucho público poniendo condiciones que son irracionales.
Por otro lado, se pudieron superar prejuicios respecto a cómo el género estaba visto. El público se interesa más por la música que por generar violencia mal dirigida y sin sentido. Lo amarillista de el punk fue perdiendo lugar y su música pudo abrirse paso.
Crédito fotos: Ailiñ G Caraballo.
