Por Mariano Alonso Belamendia
Después de girar todo el año por el país para asentar el sonido de su nueva formación, Javier Malosetti está listo para los últimos toques del año con JM4, banda que lidera e integran Mariano Agustoni en teclados, Javier Martínez Vallejos en batería y Damián Carballal en bajo.
“La banda arrancó en abril y llega a Niceto como confirmación de algo que arrancó fuerte, para quedarse”. Habiendo dejado Electrohope, formación anterior en “hibernación”, Javier asegura que esa formación puede “volver en cualquier momento. Es una banda que quiero mucho, tocamos cuatro años, pero ahora estoy copado con este nuevo formato”. El músico aseguró que JM4, tendrá disco para inaugurar el 2014.
¿Por dónde pasa la necesidad de cambio de banda?
La necesidad de cambio de cada uno. No es un cambio tan vertiginoso, Electrohope duró más de 4 años. Es mucho tiempo. Las primeras épocas del rock en Argentina, las bandas leyendas, duraron dos o tres discos y perduraron a través del tiempo y de la historia pero juntos duraron muy poco: Almendra, Pescado Rabioso, Sui Generis, Vox Dei...Con Electrohope grabamos tres discos y tocamos hasta en China.
¿Y qué cambia entonces?
En una música en que la influencia del jazz puede ser la improvisación, eso tiene que ver en la dirección que toma la música la interacción con un músico u otro.
JM4 está compuesta con músicos que tocan muy bien jazz entonces hay más armonía, la anterior experiencia grupal tenía el foco puesto en el ritmo, eran como mantras rítmicos de un tono y esto tiene más armonía pasan más cosas musicalmente.
En julio de este año falleció el padre de Javier, Walter Malosetti, una leyenda del jazz argentino que influenció a varias generaciones de músicos, empezando por él mismo: “Hay pasajes musicales que me hacen evocarlo”, contó el bajista y agregó: “Su enseñanza fue bestial, a todo momento, ensayaba con sus bandas en casa, daba clases en casa. También, haber visto cómo desarrollaba la música con sus bandas, después tocar con él, en un principio la batería con él, después el bajo. La enseñanza es invaluable, como todos los buenos músicos con los que me tocó interactuar, sólo que con él había una relación mucho más intensa en lo humano más allá de lo musical”.
