Nadie sabe bien si un Astor Piazzolla del siglo XXI estaría liderando los ránkings en Spotify con nuevos lanzamientos, se enloquecería por sumar likes en Instagram o indagaría en los recursos de TikTok para hablar sobre los veranos porteños o decir “Adiós Nonino”.
Pero para cinco de los músicos que mejor lo interpretan en la actualidad, con Piazzolla se inició un camino de rebeldía que todavía está muy lejos de terminar y que poco tiene que ver con ir corriendo detrás de los trends topic de Twitter.
// PODCAST | Astor Piazzolla, el músico que revolucionó el tango argentino
Se trata del Quinteto Revolucionario, integrado por por Esteban Falabella en guitarra eléctrica, Lautaro Greco en bandoneón, Sebastián Prusak en violín, Sergio Rivas en contrabajo y Cristian Zárate en piano.
La verdadera revolución hoy es seguir una tradición
Cuatro de ellos ganaron el Grammy en 2019 por el disco Revolucionario con el Quinteto Astor Piazzolla y ahora inician una nueva etapa juntos que tuvo como primer paso el lanzamiento de un single el 19 de febrero y que tendrá su epicentro el 5 de marzo cuando vea la luz el primer disco, que se llamará “100 Años”, en alusión al centenario del nacimiento de Piazzolla.
El cronograma del grupo tendrá mucha actividad entre marzo y abril: tienen programado participar en el homenaje a Piazzolla que realizará la Cancillería Argentina por sus 100 años; el 11 de marzo actuará en la Sala Lavardén de Rosario; se presentará en el Centro Cultural Kirchner y ofrecerán dos conciertos vía streaming, uno de ellos con la participación del legendario guitarrista Horacio Malvicino.
Verano porteño, el primer single del Quinteto Revolucionario
El lanzamiento del Quinteto Revolucionario es, sin dudas, una de las mayores novedades del tango del 2021 y el grupo arrancó con una pisada muy fuerte: el primer álbum contiene los grandes clásicos de Piazzolla. Desde “Las cuatro estaciones porteñas”, pasando por “La Muerte del Ángel”, hasta los míticos “Adiós Nonino " y “Libertango”, son 12 composiciones y arreglos originales que están en la bitácora del tango a nivel mundial. La grabación en los Estudios Fort estuvo a cargo de Javier Mazzarol, y la mezcla, de Jorge “Portugués” Da Silva.
“Además de un homenaje a Piazzolla, es un homenaje a los solistas que dieron vida a las diferentes etapas creativas del Maestro, ya que cada instrumento en el Quinteto de Astor Piazzolla tiene una historia y un legado, que fue aportado por los diferentes Maestros que participaron del grupo en cada etapa”, contó el guitarrista Esteban Falabella.
Piazzolla, el mercado y una revolución sin fin
Suele decirse que en las orquestas hay cierta rivalidad entre quienes tocan la viola y los que tocan el violín. Sin embargo, el violinista Sebastián Prusak atendió el llamado de La Viola con total amabilidad y una batería de definiciones sobre el significado de Piazzolla en la escena internacional, cuál es el legado del compositor más grande de la Argentina y cómo nació este nuevo quinteto.
“Veníamos tocando juntos desde hace muchísimos años, fuimos desvinculados del Quinteto Astor Piazzolla por motivos que nos excedieron justo después de ganar el Grammy. Así que no podemos dejar de ver esto como una posibilidad de sacarnos de encima al mercado y concentrarnos en la música lisa y llanamente”, contó el violinista. Prusak, uno de los intérpretes del tango más destacados del mundo, integró durante 13 años la Sinfónica Nacional la cual dejó para tocar en la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”.
- ¿Por qué eligieron el nombre “Revolucionario” para el quinteto?
- En realidad, Revolucionario fue el primer disco que grabamos, que fue el que ganó el Grammy. Le pusimos así al quinteto por ese disco y porque es el adjetivo que mejor describe a Astor.
- ¿Con qué búsqueda decidieron grabar los clásicos de Piazzolla?
- Es curioso porque hemos tocado durante décadas a Piazzolla y nunca habíamos grabado estas piezas que todo el mundo tiene en el oído como Adiós Nonino o Libertango. Así que decidimos que para comenzar una nueva etapa lo mejor iba a ser sacarnos esa espina de grabar los clásicos.
- La tendencia del mercado de la música hoy apunta a sacar singles y hacer feats con otros músicos para darse a conocer con distintas audiencias. ¿Tienen pensado algo de eso?
- En principio lo que tenemos pensado es grabar otros cuatro discos más y, en la medida de lo posible (en alusión a la pandemia), cumplir con las giras que ya tenemos comprometidas e ir a lugares nuevos. Aunque no descartamos que en algún momento hagamos singles o feats, tampoco hay una desesperación por seguir las tendencias del mercado.
- Bueno, Piazzolla no seguía las tendencias del mercado y tampoco le fue tan mal...
- Hoy hacer una verdadera revolución es seguir y respetar una tradición. Lo de Piazzolla fue un alzamiento cultural que todavía no terminó. Puso a los músicos y a la música por delante siempre. Escribía partes para cada uno de los integrantes del quinteto pero cada uno lo interpretó a su manera, con su propio vuelo creativo justamente porque los músicos son lo primero.
- Es decir que nos podemos imaginar un estilo bien del Buenos Aires de los ’50...
- Tampoco somos outsiders. Lanzamos un Instagram hace semanas y se ve hermoso. Está muy cuidado y nos preocupamos a sabiendas de que el hecho artístico no está solo arriba del escenario. Hay que cuidar todas las facetas y las plataformas. Pero no podemos dejar de ver que Piazzolla demostró que un músico puede ir contra el mercado y, con perseverancia, también ganarle.
- “Seguir una tradición es una revolución”. Trasladado al quinteto, ¿esto explica que ustedes no trabajan nuevos arreglos o reversiones de Piazzolla sino que respetan las partituras y arreglos tal cual las escribió y se tocaban?
- Tampoco se puede descartar en algún momento hacer alguna pieza o algo distinto. Pero no solo que trabajamos sobre las composiciones y arreglos originales sino que además hay muchas horas de trabajo y estudio para que cada instrumento suene con el estilo interpretativo que cada músico de Piazzolla le daba a cada pieza particular.
En otras palabras, que aunque tengamos la certeza de que vamos a fracasar, no podríamos dejar de hacer lo que estamos haciendo: seguir la tradición de poner a la música por delante.