No todos los héroes llevan capa, y lo que hizo un grupo de amigos que navegaba en un bote en la costa de Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos) es una clara muestra de ello. Y es que estos jóvenes, que habían salido a dar un paseo y a disfrutar entre las olas, rescataron a un pequeño perrito que nadaba desesperado y perdido en medio del mar.
Algunos de los tripulantes del barco filmaron la secuencia y la compartieron en TikTok, donde no tardó en viralizarse y en generar todo tipo de comentarios y reacciones tiernas. La mayoría de los comentarios, además, destacaron la heroica intervención de estos héroes anónimos.
Salvadores
El grupo de amigos navegaba en su bote y disfrutaban de un momento de esparcimiento cuando, a lo lejos, vislumbraron algo pequeño y vivo que nadaba y se movía de forma desesperada. Bastaron apenas unos segundos para identificar que aquello que veían a lo lejos era un perrito blanco, y que no había ningún otro bote ni nada en las inmediaciones del can.
Por esto mismo es que uno de los tripulantes del banco se lanzó al Atlántico con la intención de rescatar al indefenso y desesperado animalito. Tras nadar un trecho, este joven logró tomar al perro y regresar al bote.
Ya a bordo de la embarcación, el pequeño perrito entró en calma y se sacudió el agua un par de veces.
Encontraron a sus dueños
Ya con el perro en el bote, los navegantes regresaron a la costa con un nuevo objetivo: dar con los dueños del náufrago canino. El hecho de que el perrito, de nombre Zucko, llevara una chapa en su collar con su nombre y los datos de contacto de sus dueños simplificaron la tarea.
Cuando los rescatistas dieron con los dueños de Zucko, supieron que el perrito había sido el tripulante de otro bote junto a su familia. Y que, estando bien al borde, intentó ladrarle a una de las olas y cayó al agua. Para cuando sus dueños se percataron de la situación, el bote se había alejado lo suficiente y no había rastros del pequeño Zucko.
“Seguimos yendo y viniendo por donde habíamos viajado, tratando de volver sobre nuestro camino, pero no tuvimos suerte. Después de siete crisis mentales nos llamaron y fue un milagro” sintetizó -agradecido- el dueño de Zucko tras el reencuentro.
