Hace dos semanas, la región de Ciudad del Cabo declaraba la emergencia por sequía luego de vaciar sus dos reservorios de agua. En las últimas horas, la situación cambió abruptamente: las autoridades reconocieron que viven la "peor tormenta de los últimos 30 años" y piden a sus habitantes que se refugien de las lluvias. En menos de 24 horas ya murieron ocho personas.
La tormenta fue anticipada por el servicio meteorológico la semana pasada, quienes también alertaron a los residentes sobre la magnitud de las lluvias. Las autoridades abrieron un refugio para recibir a la gente sin hogar.
A pesar de saber que un temporal se aproximaba, muchos no pudieron escapar. Este es el caso de una familia entera que murió cuando un rayo provocó un incendio en su casa o de un hombre que perdió la vida cuando su hogar se desplomó con el adentro.
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Las autoridades cerraron las escuelas y las universidades de la zona. El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, canceló las actividades que tenía agendadas en esa región. Los medios locales comenzaron a llamar al temporal "la madre de todas las tormentas", las lluvias alcanzaron los 50mm y las olas causadas por la tormenta fueron de hasta 10 metros de altura.
Si bien la tormenta aliviará la sequía de la región, los expertos dicen que se necesitan varios años de lluvias moderadas para estabilizar la situación.
