Hace más de 70 años una nena de 13 años llamada Ana Frank usaba un diario de papel para contar los estragos de la Segunda Guerra Mundial y cómo su familia, de origen judío, se ocultaba de los nazis en un escondite de Amsterdam. Por estos días, Bana Alabed, de 7 años, recurre a Twitter para dejar constancia de la violencia que se vive cada día en Alepo, Siria. La tecnología avanza, pero las guerras jamás cesan.
Good afternoon from #Aleppo I'm reading to forget the war. pic.twitter.com/Uwsdn0lNGm
— Bana Alabed (@AlabedBana) September 26, 2016
"No puedo salir por las bombas. Por favor" o "Necesito paz", escribe en un inglés básico Bana, quien también comparte imágenes de la ciudad destrozada e instantes de su vida cotidiana: las tardes que pasa encerrada estudiando con su hermano, de cinco años, o leyendo un libro "para olvidar la guerra".
"La gente está cayendo como moscas y no sé qué será lo próximo. Las bombas caen como lo hace la lluvia", es otro de los tweets de la cuenta que ya tiene más de 38 mil seguidores.
This is our bombed garden. I use to play on it, now nowhere to play. - Bana #Aleppo pic.twitter.com/drWnwflSOE
— Bana Alabed (@AlabedBana) October 4, 2016
La madre de Bana, Fatemah, dio una entrevista al diario The Guardian, donde se explayó sobre la dura sobrevivencia en una ciudad aterrorizada por los bombardeos y donde faltan las insumos básicos. "Bana me preguntó por qué el mundo no nos escuchaba, por qué nadie nos ayudaba", dijo la mujer.
Los ataques en Alepo aumentaron en los últimos diez días. Según datos de Unicef, cerca de 100 niños perdieron la vida durante el conflicto.
