Los policías detuvieron a 18 personas después de que reclutaron docenas de nenas menores de edad para fiestas sexuales, bajo el pretexto de obtener un trabajo de modelo en la localidad colombiana de Cartagena.
La cabecilla, "Madame" Liliana del Carmen Campos Puello, contrató a las chicas de barrios pobres de Colombia y Venezuela antes de obligarlas a prostituirse. Las ayudó con pasaportes y les envió dinero para viajar a Cartagena. Pero cuando llegaron las chicas, según los informes, las despojaron de sus documentos y las obligaron a prostituirse.
Los "dueños" violaron y tatuaron a todas sus víctimas, con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años. Las chicas fueron exhibidas en catálogos y obligadas a asistir a fiestas en yates de lujo y en hoteles.
Campos Puello seleccionaba a las chicas más adecuadas de su lista antes de cada evento.
"La señora tiene antecedentes penales por tráfico de heroína y entrada ilegal a los Estados Unidos", informó el fiscal general. "Además, estaba a cargo de operar un servicio de prostitución en el área de la playa, así como de usar contactos internacionales para organizar eventos en los que se obligaba a las niñas a actuar".
