Kelly Willson, una enfermera de 31 años, quedó internada en terapia intensiva después de que su pareja, un médico de 58 años, le inyectara una droga nociva en un supuesto exorcismo. El hombre, identificado como Hossam Metwally, fue acusado por lesiones y por haberle administrado la sustancia por fuera de un tratamiento estipulado. Las autoridades de Grimsby, en Reino Unido, investigan si efectivamente se llevó adelante una especie de ritual o si se trató de un ataque premeditado.
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La policía intervino en el caso después de que el personal del hospital local alertara sobre cómo llegó la víctima a la guardia. Los especialistas detallaron que la mujer había sido ingresada este fin de semana de urgencia inconsciente y con una condición "muy grave".
Según reconstruyó el medio local Daily Mail, las autoridades determinaron que Willson fue inyectada con una droga que tuvo un efecto "casi fatal" en su cuerpo y que su estado es crítico.
Los investigadores todavía no esclarecieron en qué circunstancias el médico Metwally le aplicó la droga. Una de las versiones indica que se trató de un ritual religioso, donde el especialista intentó calmar a su novia con la sustancia. Sin embargo, el anestesista quedó detenido y está acusado de haberle causado lesiones corporales graves.
Mientras la causa avanza, el sospechoso fue puesto en prisión preventiva y deberá presentarse ante el Tribunal de la Corte de Grimsby el próximo 5 de agosto.
La directora médica de Northern Lincolnshire y Goole NHS Foundation Trust, clínica en donde atendía el imputado, confirmó que la Justicia lo está investigando y que decidieron apartarlo de su cargo.
