Erica Osbourne había viajado a Disneyland París con sus hijos para celebrar su cumpleaños pero el divertido viaje en familia se convirtió en pesadilla cuando fue a buscar su postre en el mostrador de uno de los restaurantes del parque. El chef iba a encender su "crème brulée" con un pequeño soplete, cuando el postre se convirtió en una "bola de fuego" que le quemó la cara y prendió fuego su ropa.
Osbourne, de 37 años, sufrió quemaduras de segundo grado que le dejaron manchas y cicatrices en la cara. Según explicó la mujer de Bristol, las llamas casi alcanzaron a su hija de 10 años, Abigail, que estaba a su lado.
Erica gritó "ayudenme, me estoy quemando" y el chef y un cliente se precipitaron para ayudarla y apagar las llamas. "Cuando abrí los ojos pude ver a todo el mundo mirándome y gritando. Mi cara estaba muy dolorida y la sentía muy ardiendo", explicó Osbourne.
La mujer fue atendida por médicos del parque de diversiones y luego tratada en un hospital cercano.
Aunque el hecho ocurrió en febrero, Osbourne se decidió hace pocos días a presentar la demanda contra Disneylandia por "lesiones personales físicas y psíquicas".
"Inmediatamente después de ser quemada, uno de los directivos me dijo que el incidente no era diferente a caer de una bicicleta. No lo podía creer", aseguró con indignación la joven a la BBC. Otro empleado hasta intentó culparla por el hecho y le preguntó si ese día "se había puesto mucho perfume", recordó.
"Fue un incidente terrorífico que podría haber tenido consecuencias mucho más graves si no fuera por la actuación rápida de algunas personas", indicó su abogado, James Griffin.
"Lo que quiero es un pedido de disculpas por escrito y asegurarme de que algo así no vuelva a pasar nunca", sostuvo Osbourne al Daily Mail.
