Sora Aoi es vista por algunos en Asia como "una particular vía" hacia una mejor relación entre China y Japón, dos países cuyos enfrentamientos dejaron secuelas en sus respectivas poblaciones. Sin embargo, el uso de una prenda por parte de la actriz porno japonesa en una presentación de juguetes sexuales indignó al sector político chino más joven.
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La actriz levantó la ira del Partido Comunista de China al llevar un pañuelo rojo en el cuello -símbolo altamente político en este país- en un acto público. La situación motivó a una condena oficial y unas disculpas de la empresa organizadora del evento, informó China Daily.
La Comisión Nacional de Trabajo de los Jóvenes Pioneros de China, un movimiento de masas que agrupa nenes de entre seis y 14 años, emitieron la declaración el jueves, en la que condenaron a la compañía por ignorar el espíritu del pañuelo rojo y empañar la reputación del grupo. Además, adelantó que tomará medidas legales contra la compañía por violar la Ley de Protección de Héroes y Mártires de China, que prohíbe la difamación de la memoria de los "mártires" del país.
El pañuelo rojo es un símbolo usado por la agrupación política y simboliza la tradición revolucionaria. Los jóvenes lo usan en ceremonias de juramento y lealtad al Partido Comunista.
La actriz lució un pañuelo cuando participó en un "evento de caridad" el 1 de agosto organizado por una compañía asiática de juguetes sexuales, según la prensa local. La empresa se vio obligada a publicar una nota de disculpas en la que pidió públicamente perdón "por haber dañado los sentimientos de las amplias masas" y prometió "apoyar sin tregua al liderazgo del Partido en su fortalecimiento de la educación patriótica".
Sora es muy conocida en China. Según la BBC, es porque ella desempeñó un papel sorprendentemente significativo en la vida sexual de una generación de jóvenes chinos usuarios de internet.
La actriz nació en Tokio en 1983 e ingresó al mundo de la pornografía desde 2002. Su actuación y carisma logró romper muchas ideas preconcebidas, como la de que los chinos no quieren a los japoneses o la de que los chinos no pueden acceder de ninguna manera a la pornografía y las redes sociales, relató ABC.