180 veces el límite letal de metanfetamina. Eso es lo que tenía en sangre Curtis Collman III, de 8 años, según constató el informe de toxicología.
El niño ingirió la droga, que pertenecía a su padre y estaba sobre un plato en la cocina, luego de confundirla con cereales y murió horas después en el Schneck Medical Center, de Crothersville, Indiana.
"Los cristales de la metanfetamina tienen un color amarronado y con la casa a oscura podría pasar por comida", dijeron los policías.
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El padre, de 41 años, fue detenido el último jueves y podría enfrentar una condena de entre 20 a 40 años de prisión si lo declaran culpable. En 2006 ya había recibido una condena por abusar de una menor.
Según el testimonio de una vecina, el hombre se negó a llamar al 911 luego de notar que el chico estaba intoxicado por temor "a volver a la cárcel". También amenazó con matarla a ella, al nene y suicidarse si la mujer lo hacía.
Finalmente, Collman llevó el chico a la casa de sus padres y huyó.
