Científicos de un instituto de Barcelona descubrieron un extraño "latido" vinculado a la emisión de rayos gamma que se da al mismo ritmo que la energía que emite un agujero negro cercano, en un sistema ubicado a 15 mil años luz de la Vía Láctea.
La investigación realizada por especialistas españoles, alemanes, chinos y estadounidenses, publicada en la revista Nature Astronomy, pone la lupa en lo que sucede dentro de la constelación del Águila, donde una nube de gas cósmica emite estos rayos de forma tan particular.
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De acuerdo a lo que menciona la agencia EFE, la forma en la que el agujero negro impulsa el latido de los rayos gamma de la nube a una distancia de unos 100 años luz sigue siendo un enigma que desconcierta a los científicos del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC) en Barcelona. El equipo liderado por el investigador español Diego Torres analizó más de diez años de datos procedentes del telescopio espacial de rayos gamma Fermi de la NASA sobre observaciones de un microcuásar.
El sistema denominado SS 433, ubicado a unos 15.000 años luz de la Vía Láctea, está formado por una estrella gigante con unas 30 veces la masa del Sol y un agujero negro con unas 10 a 20 masas solares. Los dos objetos orbitan entre sí con un período de 13 días, mientras que el agujero negro absorbe la materia del astro.
Dicho material se acumula antes de caer dentro de agujero negro, aunque una parte, en lugar de hacerlo, sale disparada a alta velocidad en dos chorros de energía. Torres explicó en un comunicado que el lugar en el que se acumula el resto cósmico "no se encuentra exactamente en el plano de la órbita de los dos objetos" sino que se "balancea como un trompo en una mesa inclinada".
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El movimiento de los chorros del agujero negro tiene un período de 162 días, que es el mismo que tiene una señal de rayos gamma denominada Femi J1913+0515 procedente del microcuásar. "Encontrar una conexión tan inequívoca a través del tiempo, a unos 100 años luz, ni siquiera en la dirección de los chorros, es tan inesperado como asombroso", indicó Jian LI, del Sincrotón alemán de Electrones (DESY).
El científico, igualmente, reconoció que "no está claro" cómo el agujero negro puede "alimentar el latido del corazón de la nube de gas". Por eso es necesario seguir observando lo que ocurre para determinar el origen exacto del "extraño pulseo" de los rayos gamma.